Joan Margarit y Lurdes Costa, en la presentación del Port Mediterrani del Llibre. | MARCO TORRES

El espacio cultural de es Polvorí (Dalt Vila) acogió ayer la inauguración de la tercera edición del encuentro internacional 'Eivissa, Port Mediterrani del Llibre', que se desarrollará hasta el domingo con un apretado programa de actividades en varios puntos de Vila. Inauguración que corrió a cargo de la alcaldesa de Eivissa, Lurdes Costa, y del director del encuentro, Gabriel Torres Chalk, que dieron paso al primer recital en la isla de Joan Margarit (Sanahuja, Lleida, 1938), Premio Nacional de Poesía 2008.
Por ser su estreno en Eivissa, Margarit leyó poemas de sus libros más conocidos. «Es la primera vez que leo aquí; en cambio he estado muchas veces en Mallorca y en Menorca», apuntó el poeta y arquitecto catalán a este periódico, recordando que conoció Eivissa «hace 44 años, en el 66, creo; en un viaje con mi mujer y una de mis hijas».
En la entrevista que mantuvo ayer con este periódico en el hotel Argos, Joan Margarit se explayó con ganas y cierto tono didáctico sobre temas literarios y anexos. Con algunas afirmaciones singulares: «Cuesta mucho entre los poetas ser amigos; por una razón: tú no podrás ser amigo de un poeta cuya poesía no respetes». «La poesía no es un oficio. Un oficio es algo que, seas lo que seas, lo empiezas a los 20 años y a los 40 serás mejor. En cambio, como poeta no tienes ninguna garantía de que serás mejor cuando pasen los años. Igual puede que no seas nada».
Letras y ciencias
Desde su condición de arquitecto, con una notable y reconocida trayectoria, Joan Margarit no cree que su oficio sea un lastre para su poesía; más bien al contrario: «Estoy muy agradecido de que se me hayan colado las ciencias en mi poesía; tengo ese factor diferencial a mi favor respecto a otros poetas», reconoció, ofreciendo este diagnóstico sobre la salud de la lírica contemporánea. «Desde la segunda mitad del siglo XX hasta ahora, que es la poesía de mi época, diría que hay tres grandes poesías, por el nivel y el número de buenos poetas: la inglesa, la rusa y la castellana. En cuanto a la catalana, está al mismo nivel, pero, claro, es mucho más pequeña en tamaño. En cambio, a mi modo de ver, las poesías francesa, italiana y alemana han tenido un bajón».
En cuanto a la temática de su poesía, Margarit precisó que «son todos los temas que tengan que ver con la intemperie íntima del ser humano: el miedo, que es el motor de todos los sufrimientos; el amor, la muerte, el llanto, el dolor, la tristeza... Todo lo que realmente funciona y te salva de esa intemperie privada».
Inspiración
Preguntado si escribe poesía de forma regular, Joan Margarit no dudó en la respuesta: «Totalmente regular». Y ofreció un resumen de cómo entiende el mal llamado 'oficio' de poeta: «La poesía se basa en lo que se llamó inspiración, que para mí sigue siendo algo válido. La inspiración es una cosa que en un momento dado te hacer ver el poema de una manera todavía no verbal. Luego viene la labor de escribirlo, de forma que, cuando alguien lo lea, deshaga todo el camino por el que ha ido el poeta hasta llegar al poema; y funcione. Eso sí que ya es un trabajo en el que puedes emplear ocho horas diarias; pero lo que no puedes controlar es la inspiración».
Debido a las circunstancias históricas que le tocó vivir («¿por qué lo primero que prohiben siempre los dictadores es el uso del catalán?», se preguntó), Margarit empezó a escribir en castellano; y lo siguió haciendo hasta que Martí i Pol le convenció de que podía usarlo con solvencia. «Escribo en catalán porque uno tiene que escribir en su lengua materna», apuntó convencido. Aunque sigue teniendo un reconocimiento y cariño hacia el castellano, lengua en la que estudió, tanto en su Catalunya natal como en Canarias, donde pasó su adolescencia; «llegando a tener un acento absolutamente canario, que perdí por completo», apuntó.
Ese bilingüismo natural que practica, le ha llevado a ser él mismo el traductor al castellano de todas sus obras. «Todos mis libros están traducidos a la otra lengua, y son bilingües, claro; aunque en cada lengua el poema mantiene su propia personalidad y su música», reconoció Joan Margarit, entregado con pasión a la causa lírica: «Siempre tengo algún proyecto poético en marcha. Creo que en octubre o noviembre -este otoño- sacaré un nuevo poemario», prometió.