La galería Lady Audrey's Gallery de West Cornwall, Connecticut (EE UU) acogerá este viernes 28 la inauguración de una exposición de exposición del escultor Christopher Stone (Londres, 1955), residente en Eivissa desde hace unos 20 años, en la que mostrará la nueva línea de trabajo que está desarrollando en los últimos meses, titulada Family of Man. Exposición conjunta con la pintora norteamericana Liz Lambert, que presenta una serie de obras florales reunidas bajo el nombre de Ophelia's Flowers. Ambos trabajos agrupados bajo la etiqueta de Sophisticated Exuberance. No es la primera vez que el artista (discípulo del reconocido escultor Barry Flanagan, fallecido en Eivissa el pasado año) muestra sus trabajos en esta galería, donde el pasado otoño llevó obras de mármol y piedra.

Un nuevo representante

Además, Stone tiene también en cartera para el próximo verano otra exposición compartida con un pintor, Peter Morris, con quien inaugurará en agosto una muestra en The Forge Gallery, Walberton, West Sussex (Gran Bretaña). Asimismo, según informó a este periódico, el escultor británico se siente «muy contento de anunciar que a partir de ahora tengo como representante para España a la prestigiosa agencia Stephen Howes Fine Art, con base en Málaga. Lo que me llena de orgullo», subrayó el artista.

Según informa Saatchi online TV & Magazine, una publicación británica especializada en arte, «Christopher Stone evita a propósito realizar dibujos preparatorios a la hora de trabajar sus figuras de mármol, prefiriendo seguir las respuestas instintiva que le sugiere el propio material. Esculpiendo a un ritmo realmente rápido, sus piezas (entre 12 y 36 pulgadas de alto) se acercan al concepto previo que tiene de ellas. El resultado es una realización dinámica y poética de su imaginación, sin que prevalezca en el intento la precisión y el rigor académico, sino que, a menudo, adquiere las cualidades místicas de figuras totémicas tribales. Así, en ocasiones, sus figuras guardan una semejanza antropológica con animales o pájaros, evocando los rasgos complejos de las tribus indias del noroeste de Canadá, esculturas que suelen desprender una cualidad mística».

En cuanto al trabajo de su compañero de exposición, Peter Morris, informa que, «después de medio siglo de pintura al óleo, gouache y acrílico, ha vuelto a la figuración a través de las influencias del expresionismo abstracto, resultado de haber pasado seis años en Norteamérica a finales de los 50 y primeros 60», añadiendo que sus pinturas pueden pasar de estilizados paisajes franceses o composiciones sobre la figura humana.