Eivissa, Formentera, Menorca y Palma aspiran, juntas, a ser en 2016 'Capital cultural' de Europa. El promotor de la candidatura es el empresario cultural alemán Hubert Georg Feil, que vive a caballo entre su país y Mallorca. Presentada bajo el lema Las Islas Invisibles, se trata de una candidatura singular frente a las otras 15 que presenta España, ya que es la primera vez que una región insular se encuentra entre las candidatas: Alcalá de Henares, Burgos, Cáceres, Córdoba, Cuenca, Las Palmas, Málaga, Murcia, Oviedo, Pamplona, San Sebastián, Santander y Segovia.
La candidatura balear cuenta ya con dos embajadores oficiales, el reconocido actor mallorquín Simón Andreu y el reputado compositor británico Andrew Lloyd Webber, quien visita a menudo Deià y ha grabado un vídeo promocional en el que destaca la «sensación de historia y de centro del Mediterráneo» que percibe en las Islas. Por su parte, Andreu señaló a este periódico que participar en la carrera para ser designada capital cultural es una «muy buena idea» que conlleva un gran beneficio tanto cultural como económico para la región elegida. «La elección te coloca en el mapa cultural del continente y es un gran instrumento de promoción», aseguró el actor.

Propuestas de promoción
Entre las propuestas que presentarán próximamente al jurado para promocionar la candidatura, sus impulsores ya han dado a conocer varias: Land-Art, que propondrá a artistas internacionales crear en las Islas arte sostenible en el exterior que refleje la belleza del paisaje y la cultura balear. También se pretende impulsar la creación de un museo del diseño de calzado en Inca, la recuperación del Premi Formentor; una feria internacional de arte, que se llamaría Art Marenostrum, o plantar 2016 árboles.
Además, en todas las botellas de las bodegas Macia Batle figurará el logotipo morado que identifica Balears como candidata. La empresa Improtima elaborará la 'ensaïmada 2016' que se venderá en los aeropuertos de las Islas, en hoteles y en tiendas especializadas. La Jove Orquestra Balear realizará un concierto con unos 200 cantaires.
Y respecto a los proyectos concretos, en caso de que la candidatura Cuatro Islas, cuatro culturas sea la elegida, el suplemento El Cultural del periódico El Mundo precisaba en un amplio reportaje del pasado 21 de mayo dedicado a todas las candidaturas españolas: «una feria de arte moderno y contemporáneo, el Mediterranean Art Market, que comenzaría en 2012 con un congresos internacional para la industria turística europea, el Forum Tourism, cuya primera edición se celebraría el próximo mes de septiembre. Ya en 2016 no podría faltar una gran retrospectiva dedicada a su artista más internacional, Miquel Barceló; un Festival Chopin (en cooperación con la capital cultural de Polonia); un nuevo teatro en Mallorca para acoger el nuevo musical de Andrew Lloyd Webber o un Festival Internacional de Ópera de Maó, en Eivissa. Ramon Llull tendrá asimismo un papel destacado, además de exposiciones por toda Europa de las últimas tendencias de la creación de las Islas».

España y Polonia
Una candidata española y otra polaca serán el epicentro cultural del continente europeo durante 2016. De ser Balears la elegida, podría representar no sólo una excelente promoción cultural, sino un notable negocio económico, que Hubert Georg Feil ha estimado en 1.500 millones de euros. Razones de peso para que las fuerzas políticas y sociales de las Islas empujen todas a una.

Mucho trabajo por hacer
ALa candidatura de Balears, creada gracias a la iniciativa privada, ha sido una de las últimas en incorporarse. Por tal motivo, Simon Andreu expresó a este periódico sus dudas sobre la viabilidad del proyecto. «Recientemente he rodado en Pamplona y las calles están repletas de carteles de apoyo, al igual que en muchas otras ciudades». Precisamente por ello, el actor reclama un papel más activo de la clase política en la iniciativa. Porque tiene la impresión de que «los políticos no prestan suficiente atención al proyecto de Hubert Georg Feil, quizás porque están celosos de que el impulsor haya sido él y no las instituciones. O igual por desidia; el tiempo lo dirá. Es cierto que, actualmente, la clase política de Balears tiene muchos problemas, todos lo sabemos, pero eso no significa que tengan que abandonar proyectos como este», que podrían llevar a las Islas al modelo turístico de calidad que tanto venden las instituciones.