Cora junto a la entrada del 'Carrer dels Jueus', ubicada frente a la capilla de Sant Ciríaco.

El centro sociocultural de s'Alamera (Vara de Rey) acogerá a las 20,00 horas de mañana miércoles la inauguración de una exposición de pintura de Cora titulada Huellas de Sefarad, que estará abierta al público hasta el 8 de octubre. Se trata de una muestra itinerante que la artista gallega residente en Eivissa desde 1988 inauguró en 2005 en Ribadavia y que durante estos cinco años ha presentado en las ciudades españolas que forman parte de la Red de Juderías, Caminos de Sefarad y Patrimonio de la Humanidad (Toledo, Córdoba, Cáceres, Segovia, Eivissa...).

La idea del proyecto surgió entre Cora y el periodista y escritor Javier L. Oroya, vinculado a la cultura judía, a quien la pintora había ilustrado con anterioridad su libro La Sierra Mágica, y quien fue el comisario de la muestra hasta su fallecimiento. Para realizarlo, Cora visitó más de 100 juderías y consulto numerosas fuentes (arqueológicas, museísticas, archivos, bibliografía...).

El resultado son los 24 cuadros al óleo que colgarán desde mañana en s'Alamera. Más una instalación que la artista ha realizado con la colaboración de las 'huellas' de ibicencos de origen judío: Torres, Serra, Tur, Castelló, Colom, Maymó, Oliver y Palau.

En azul 'judío'

Una de las características de las pinturas de la muestra Huellas de Sefarad es que están realizadas en un azul peculiar, «que es el color del pueblo judío. Una tonalidad a la que se hace alusión en el libro del Éxodo (26.1), pues con él el pueblo hebreo pinta sus casas por dentro y por fuera; es un color que figura en la bandera, en las vestimentas y en las cintas de los sacerdotes», según apuntó a este periódico la organización de la muestra, añadiendo: «La composición de este azul se la mezcla del celeste, púrpura y carmesí. Color que Cora encontró en Sos del Rey Católico (Huesca), Agreda (Soria) y Chelva (Valencia), entre otros lugares».

En esta información se precisa que la primera referencia de la presencia de judíos en Eivissa se remonta a 1319, cuando el rey Sancho de Mallorca concedió notables prebendas a los judíos menorquines e ibicencos. Se menciona en el siglo XV a los judíos por sus profesiones (comerciante, sastre, platero, médico); y aunque no existiera una judería notable, ya se recoge en los escritos el Carrer dels Jueus, ubicado en Dalt Vila frente a la capilla de Sant Ciríaco. También se menciona que en 1995 se localizó en la isla un rollo litúrgico en pergamino de la segunda mitad del siglo XV con grafía hebrea usado en fiestas religiosas. Incluso se apunta que el 4 de abril de 2003 se dio a conocer la inscripción de un salmo hebreo en el baluarte de Sant Jaume de las murallas (sobre el que informó varias veces este periódico), valorado como falso por varios expertos en arqueología.