La editorial mallorquina El Gall Editor acaba de publicar Lluna de foc, un nuevo poemario de Jean Serra (1952, El-Biar, Alger), en su colección Trucs i Baldufes. Con el apoyo del Consell de Mallorca, la obra está dedicada a Gudisa, el primer nieto del poeta ibicenco, con quien se comunica a un nivel tan elemental, emotivo y directo que resulta particularmente poético, como queda claro en alguno de los textos que conforman la obra.

Además, Serra está trabajando en la preparación de su obra poética completa, para lo que está revisando todos sus poemarios, algo que no es nuevo en él, pues desde hace tiempo gusta de corregirlos. Su intención es publicarlos en tres volúmenes, siguiendo ciclos vitales y literarios bien definidos: Estroncar el soroll (1975-1988), Ambit humà (1988-2001) y Convocat silenci (2001).

«Un descalabro súbito»

En la nota de prensa de El Gall Editor se apunta que, según el autor, Lluna de foc es «un descalabro súbito, no imprevisto. La tempestad que hace que el árbol hunda más las raíces en la tierra. El golpe que te tumba o te hace más fuerte. Las tentaciones del desierto o de la soledad. Los karmas en una misma vida. Es el acomodo del alma a los cambios existenciales. Sólo una minoría, como Siddharta, percibe las transformaciones en sí misma. Que morimos y renacemos en cada instante; que al tocar el fondo del pozo, si miras hacia arriba sólo ves el brocal redondo como una 'luna de fuego' que te reclama».

El poema que da título al nuevo libro de Jean Serra, Lluna de foc, arranca con estos versos: «Les muntanyes s'encenen d'un sol post de foc./ Tot és foc mentre el sol desapareix en la llunyania./ Arreu és així, cap posta no és igual a una altra./ Jo contemplo la màgia de la teva mirada,/ l'espurneig igni dels teus ulls, la flamarada/ i la selva dels teus cabells, la seva invicta llibertat./ Observo aquesta mar benigna que ens envolta,/ portadora de quimeres, mare nodridora./ I nosaltres, què fem aturats encara? A tu,/ quin prejudici frena el teu impuls pur cap als meus braços?/ No t'adones que el temps passa, amb mala traça,/ i juga amb nosaltres com efímeres titelles...?/ Que la vellesa s'acosta galopant i fuig la joventut/ en cada primavera?»