Aspecto exterior de la zona de la librería del actual Espai Mallorca, situado en el barrio del Raval de Barcelona.

Tras trece años de incertidumbre en el Espai Mallorca de Barcelona parece que los cambios están a punto de llegar. Sin embargo, desde todos los frentes hablan con prudencia sobre la nueva denominación del centro que más y mejor programa la difusión de la cultura balear en Cataluña y que pasará a llamarse Espai Illes.
En un lugar que ha actuado como catalizador de la cultura de las cuatro Islas, parecía contradictorio que su denominación se restringiera a Mallorca cuando Menorca y Eivissa también utilizan sus instalaciones de manera frecuente. Tras la crisis económica que amenazó el centro el pasado noviembre, el conseller de Cultura del Consell de Mallorca decidió «coger el toro por los cuernos» y plantear la posibilidad de un cambio.
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Hasta ahora, el centro contaba con una subvención anual de 250.000 euros; pero los continuos retrasos en los pagos de las nóminas de los empleados, en el alquiler del local, situado en el barrio del Raval de la Ciudad Condal, y a los proveedores llevaron a los trabajadores a una situación límite y han forzado al Govern y al Consell de Mallorca a tomar una decisión que, a priori, beneficiará a todos.
En una reunión celebrada entre el Gremi d'Editors de Balears, la dirección del Espai Mallorca, el conseller de Cultura de Mallorca y el Govern balear se llegó a un acuerdo para la redacción de los nuevos estatutos que regirán el consorcio formado por las cuatro Islas y que durante los próximos días se hará llegar a los consells respectivos y a todas las entidades participantes para su firma y posterior aprobación oficial.
Desde el Espai Mallorca, Abigail Monells, encargada de la programación cultural del centro manifestó su alegría ante la perspectiva de que, una vez mejore la gestión económica, el cambio de nombre refleje de manera más ajustada la actividad que se realiza en este centro. «Nosotros acogemos actividades de todas las Islas en lo que a conciertos, presentaciones y conferencias se refiere y nunca hemos hecho distinciones. Este cambio permitirá regular mejor la actividad del espacio. Hace mucho tiempo que esperábamos esta noticia», aseguró evidentemente feliz.
El presidente del Gremi d'Editors de Balears, Miquel Ferrer, otro de los responsables de la gestión de este espacio, comentó que lo más difícil será «cambiar la marca entre la gente de Barcelona que nos conoce como Espai Mallorca» pero se mostró convencido de que «la crisis que se vivió en los pasados meses no se repetirá ya que, si contribuyen de manera económica los consells de Menorca, Eivissa y Formentera, la gestión no será tan precaria como hasta ahora». «Yo preferiría que hicieran efectivos los pagos a tiempo, más que el cambio de denominación», aseveró Ferrer.
Por su parte, desde la Conselleria de Cultura de Eivissa, esperan la recepción de los documentos del nuevo estatuto que regirá este espacio cultural.
En esta reforma, según un comunicado del Govern, no se contempla «un cambio de orientación en la programación que hasta ahora desarrolla el Espai Mallorca».

«Queremos que esto se solucione antes de que finalice la legislatura»
El impulsor de este cambio, el conseller de Cultura del Consell de Mallorca, Josep Font, explicó que su deseo es que el Espai Illes sea una realidad antes del fin de esta legislatura: «Existe una predisposición absoluta por parte de todos los implicados para que este proyecto eche a andar. Si no se atasca en los filtros jurídicos pertinentes de cada institución el Espai Illes podría ser una realidad en dos o tres meses. Mi mayor ilusión es que esté constituido antes de que finalice la legislatura en mayo».
Font explicó ayer el borrador de la nueva gestión económica de este centro en el que participarían un total de cinco instituciones y que ya se ha enviado al Consell d'Eivissa para su firma: «El proyecto de futuro, que se ejecutaría a lo largo de los próximos cinco años, es crear un consorcio en el que la mitad del presupuesto se reparta de manera proporcional entre los cuatro Consells y el 50% restante llegue a través del Govern balear».