El barcelonés afincado en Eivissa Xavier Benlloch dirige el Ibiza Film Festival desde sus orígenes. Estos días, él y un equipo de más de diez personas se afanan en ultimar los detalles de la que será la quinta edición. Una edición, que se celebrará entre los días 25 y 29 de mayo y cuyo cartel ilustrará la malograda actriz norteamericana Liz Taylor. Habrá proyecciones de sus películas, actividades y el festival colaborará con varias entidades relacionadas con la leyenda de la gran pantalla. Estos días, Benlloch y su equipo preparan a marchas forzadas el certamen cinematográfico tras el retraso de dos semanas que ha sufrido el festival respecto a la fecha programada inicialmente. La organización anunció el aplazamiento la semana pasada y adujo una incompatibilidad con el calendario de la campaña electoral para este cambio.
-¿Cómo van los preparativos?
-Estamos muy liados. Estamos trabajando a 100% y casi no damos abasto pero, por suerte, tenemos un gran equipo de colaboradores y voluntarios y está yendo todo muy bien.
-¿Qué tiene que ver el calendario electoral con la celebración del festival de cine?
-Por un lado, en estas fechas, las instituciones están liadas con las campañas y eso nos complicaba bastante a la hora de recibir el apoyo necesario por su parte. Surgieron una serie de problemas por los que nos aconsejaron, desde distintos estamentos, que retrasáramos las fechas y que se celebrara más lejos de las elecciones.
-Se decía que quizás les había 'pillado el toro'...
-Más bien les ha pillado el toro a otros, pero no a nosotros.
-¿Cree que el festival está consolidado dentro de la agenda cultural pitiusa?
-Creo que en este sentido vamos cada vez mejor. De todas maneras, carecemos de los recursos para promocionarnos correctamente en la isla.
-¿Le resulta más fácil promocionar el festival fuera de Eivissa que a nivel local?
-Sí, indudablemente. El festival tiene más repercusión a nivel internacional que aquí, por una serie de dificultades añadidas que tenemos en Eivissa y que algún día explicaré. De momento no es el momento para decirlas pero tiene que ver con las formas de promoción convencionales.
-¿Qué harán en este caso para fomentar la asistencia de público a las proyecciones?
-Afortunadamente, este año contamos con el apoyo de la empresa JC Decaux, que nos ayudará en ese aspecto.
-¿Los pases de las películas serán gratuitos?
-Algunas serán gratuitas y habrá que pagar para otras.
-¿Por qué alguna gente tiene la impresión, cuando se termina una edición del festival, de que esa será la última?
-No sé quien piensa eso porque nosotros siempre hacemos nuestro trabajo pensando en que perdure porque creemos que es muy bueno para la isla. A veces se hace muy cuesta arriba porque no tenemos, ni mucho menos, los recursos necesarios. A veces estamos obligados a hacer cosas que no le corresponden a la organización del festival. Pero las carencias nos obligan a trabajar más de lo habitual y así, conseguimos que sea una realidad.
-La clave está en que no merme su ilusión...
-Organizar un festival implica muchísimo trabajo y, a veces, es muy complicado. La gente no es consciente de lo que implica. Yo sigo con la misma ilusión. Aunque cada vez que se acaba terminamos agotados física y mentalmente. Sin embargo, estamos convencidos de que es una idea para la desestacionalización y que supone una actividad paralela para el turismo. Poco a poco la gente se dará cuenta del potencial de este evento.
-Ese es el punto fuerte, hagamos un poco de autocrítica, ¿en qué puede mejorar el festival?
-Muchas cosas son mejorables. A veces trabajamos con un grado de precariedad de medios muy alto. Soy consciente de que no somos una prioridad a la hora de recibir ayudas pero, a veces, ni se nos tiene en cuenta. Hemos de luchar muchas veces contra inercias que dificultan nuestro buen hacer. Esas inercias, a veces, rondan lo ridículo y lo cómico.
2 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
Resulta grotesco que las instituciones apenas den apoyo a este gran festival, conocido ya en todo el mundo, mientras malgastan dinero a mansalva en chorradas e idioteces o pagan informes que intentan averiguar el sexo de los ángeles. Claramente se ve que el promotor Benlloch no es de los amiguetes de los políticos