Emmanuela Torres Rodríguez, segunda por la izquierda, es la encargada de la coreografía de este montaje. | DANIEL ESPINOSA DANIEL ESPINOSA

«Es un bucólico recorrido por la Eivissa de los años 60 hasta la actualidad», explica la bailarina ibicenca Emmanuela Torres Rodríguez. Ella es la coreógrafa del montaje Ibiza's painted tales (Los sueños coloreados de Ibiza), que ha creado junto a François Xavier Altron, que hace las veces de guionista y director musical de esta pieza.
La idea surgió hace años y, poco tiempo después, ambos esbozaron un guión que guiará cronológicamente a los espectadores a través de la historia. Así comenzó una tarea que ha resultado en un guión, coreografía y composiciones musicales creados en exclusiva para este montaje, que verá la luz los días 2, 3 y 4 de diciembre en el Palau de Congressos de Santa Eulària. Los dos primeros días serán pases generales mientras que, el día 4 se hará un precio especial para los alumnos de las escuelas de baile de la Eivissa. «La danza no sólo es selectiva sino que es cara y queremos tener un detalle con ellos y acercar a los estudiantes de aquí un espectáculo que se ha hecho aquí, con gente de la Isla», resaltó Torres.
Tanta es la expectación que ha generado este montaje que, antes incluso de que se estrene, ya tiene diferentes fechas contratadas, por ejemplo en el Teatre Principal de Menorca. «Es un teatro muy importante y son muy selectivos a la hora de escoger las funciones que programan, así que para nosotros esto es un aliciente enorme», explicaba Torres con una evidente ilusión. Tras la actuación en Menorca, el equipo se encargará de cerrar otras citas en diferentes puntos de la Península y del extranjero.

Esencia ibicenca
«Queríamos transmitir el espíritu que nació en Eivissa en la época de los años 60 y 70 y aportar una pequeña pincelada de cada etapa histórica posterior hasta llegar a la época actual», explica Emmanuela Torres durante un descanso. «Destacamos también una etapa oriental, en la que abundaban las fiestas en la playa y que reflejan una enorme conexión entre Eivissa y la India», apuntaba la coreógrafa, que agregaba: «Además hemos querido tocar el tema del exhibicionismo, del show off, donde cada persona podía expresar libremente su propia personalidad».
La bailarina dijo sentirse «muy afortunada» ya que trabaja con un equipo que destaca por su pasión y que «se ha volcado en el proyecto» y quiso destacar al diseñador gráfico Javier Rodríguez, que ha trabajado con ellos.
Excelencia artística
Los cinco bailarines seleccionados en el cásting que se realizó en Madrid, ensayan a diario en el gimnasio de Santa Gertrudis. «Primero hicimos un cásting en Eivissa pero los candidatos no se adaptaban al perfil que buscábamos, que requería una excelente formación clásica como base», recordaba Torres, que añadió que posteriormente se dirigió a la Asociación Nacional de Profesionales de la Danza, que les proporcionaron una amplia base de datos de candidatos.
Los seleccionados fueron Keyla Ramos (Camagüei, Cuba) Sonsoles Alonso (Nueva York), Federico Corrales (Madrid), Susana Bros (Valladolid). Todos ellos destacan, según la bailarina por su «versatilidad y su técnica».
Durante los ensayos, que comenzaron hace poco más de un mes, todos transmiten una enorme concentración. La exigencia es alta y se esfuerzan por pulir diferentes aspectos de su actuación así como por mejorar las partes que aún se les resisten. La complicidad se hace patente entre ellos en muchos momentos y dotan a la coreografía de muchísima ternura pese a que en ella también se narran momentos de tragedia.
Para Emma Torres, este montaje es «un sueño hecho realidad» tras haber trabajado en Madrid, Cannes, Berlín, Nueva York o Suiza. Su formación pedagógica, que emprendió tras fisurarse, le impulsó a crear este montaje que pronto verá la luz.

Melodías exclusivas
Las composiciones originales para este montaje están firmadas por Joan Barbé e Iván Domenech, a los que dirigió el propio F. X. Altron. «Se mezcla la música de los años 60 y 70 con música clásica», explicaba hace unos días Iván Domenech, que añadía: «Más adelante hay composiciones que tienen el estilo de autores como Pink Floyd que se mezclan con temas de compositores clásicos como Bach o Vivaldi».
Su trabajo comenzó hace dos meses y ha sido un periodo de intenso trabajo de composición para lograr el estilo deseado por el director musical.
Estas canciones originales se editarán en un CD que se pondrá a la venta durante los días de representación.
«Para mí, la música es increíble, la tocan con el corazón, tiene una sensibilidad increíble, te remonta a cada etapa y plasma a la perfección lo que queríamos representar y transmitir», aseguraba Emmanuela Torres, la coreógrafa de este singular montaje.