Miguel del Arco y Blanca Portillo, con 5 ‘manzanas’ cada uno, se han repartido equitativamente los premios de la XV edición de los Max gracias a Veraneantes, máxima favorita con 14 candidaturas, y La avería, en una gala «familiar» e irónica que presentó Petra Martínez. El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, presidió en el Teatro Circo Price la ceremonia.

Por primera vez, los «entregadores» de premios no han sido profesionales de la escena sino «parte de la sociedad civil», es decir profesores, médicos, traductores, deportistas o acomodadores, como José Carlos Escudero y Fernando Ortega, del Teatro Español.

Los primeros Max de la era post Teddy Bautista —detenido el año pasado dos meses después de presidir la gala— tuvieron en Martínez una irónica «defensora del público» que puso «en cuarentena» a los «soplagaitas» de sus compañeros prohibiéndoles «mirarse el ombligo» y declarando que la admiración que siente por lo que hacen es proporcional «al asquito» que les tiene a cada uno de ellos.

Sin contratación

Veraneantes ,coproducida por el Teatro de la Abadía y Kamikaze Producciones, se ha alzado con los trofeos a mejor adaptación teatral, mejor composición musical para espectáculo escénico, mejor actriz protagonista y mejor productor privado de artes escénicas. A pesar del reconocimiento, reveló luego del Arco, la obra se deja de hacer «porque no tiene contratación y la situación es dura». «Somos unos privilegiados, pero sabemos que debemos tener los pies en la tierra», aseguró del Arco.

«Esto se acaba pero acaba bien», añadió el productor de la obra, Aitor Tejada, que afirmó que no se iba a quejar de nada porque «por fin» van a cobrar todas las facturas impagadas y que este es «el momento de unirse en defensa del teatro porque un país sin educación y sin cultura es un país sin identidad».

La adaptación de la obra de Durrenmat dirigida por Blanca Portillo se ha llevado los galardones a mejor dirección de escena, mejor escenografía, mejor figurinista, mejor diseño de iluminación y mejor actor protagonista.

Una emocionadísima Portillo señaló al recoger su ‘manzana’ que el teatro «nunca tiene nada que ver con una sola persona sino con un grupo» y que ella ha reunido a uno «maravilloso» de «atletas del alma».

La mejor actriz protagonista, Barbara Lennie, se quedó el año pasado sin trofeo en beneficio de Vicky Peña, que era también en esta edición candidata con Un tranvía llamado deseo, un montaje por el que Alex Casanovas sí se ha alzado con el premio a mejor actor de reparto.

Carmen Machi, mejor actriz de reparto por Falstaff, bromeó diciendo que comparte el Max con «muchísima gente» y que le hace «tanta ilusión» como el Valle-Inclán, que obtuvo la semana pasada, aunque «no piensa repartir» los 50.000 euros con los que está dotado.

La actriz Julia Gutiérrez Caba (Madrid, 1932) recibió el Premio de Honor de manos de Wert, su sobrina nieta, Irene Escolar, y su hermano, Emilio, en medio de un prolongado aplauso y con el público puesto en pie.

«Un bello juego»

«El teatro no es solo un bello juego sino también algo indispensable en un país. Se lo dedico a los miembros de mi familia que están aquí y a los que se fueron de mi vida siempre demasiado pronto», lamentó esta biznieta, nieta e hija de actores.