Jaume Manuel Ribas, director del Conservatori, señaló ayer que la iniciativa es una reedición de la llevada a cabo hace diez años, aunque se ha actualizado para adaptarla al nuevo centro y al nuevo profesorado. «Se trata de ayudar a los pequeños que no saben qué instumento escoger se decidan viéndolos en directo», añadió.
A la presentación acudieron también la delegada de Educació del Govern, Belén Torres; la consellera de Cultura del Consell d’Eivissa, Pepita Costa, y el compositor Adolfo Villalonga. Para Torres, ésta es «una iniciativa muy interesante y una suerte que los alumnos puedan conocer de primera mano las instalaciones».
Por su parte, Costa quiso remarcar el hecho de que el Conservatori debe tener un aspecto de promoción hacia el exterior y que es en dicho sentido que el Consell presta su apoyo a diversas iniciativas del centro.
Villalonga explicó que respecto a la obra musical, ésta ha tenido que ser adaptada, ya que en los diez años transcurridos desde su estreno el Conservatori ha ampliado sus especialidades y ha habido que incluir nuevos instrumentos en las piezas musicales, que parten, en su frase principal, de la canción Bona nit blanca roseta. «Ha sido una experiencia muy divertida», aseguró.
Finalmente, Jaume Manuel Ribas quiso reivindicar para el Conservatori ibicenco el aumento de las doce especialidades que actualmente se imparten: «Llevamos muchos años de desventaja respecto a Menorca y, sobre todo, Palma y queremos equipararnos como mínimo al Conservatori menorquín». Para el director del centro, en Eivissa habría que añadir «por lo menos» las especialidades de trombón, oboe, fagot y canto.
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