Elena Sánchez, Lina Sansano y Jill Canney presentaron ayer el festival.

En la década de los cincuenta, el mundo se alejaba de la guerra mundial y de una gran crisis global, la «esencia de aquellos maravillosos años» es lo que, en palabras de Jill Canney, de FIX Ibiza, quiere recuperar el festival Rock’n’Mola, que dará comienzo esta tarde en la plaza del parque con la novedad de haberse convertido en un weekender retro tras las 22 horas de festival del pasado año.

«Es el segundo año de nuestro bebé —señaló Elena Sánchez, una de las organizadoras del evento— y queremos dar las gracias a todos aquellos que han colaborado y se han involucrado para que sea una realidad». Los difíciles momentos económicos que vive medio mundo también han golpeado a la organización de Rock’n’Mola, aunque pese a ello la cita ha extendido su duración y el propio territorio que abarcará, llegando hasta la Plaça de la Drassaneta y la Plaza del Parque. «El año pasado teníamos un patrocinador y este año no, pero ha habido mucho altruismo y queremos agradecer también el gran apoyo del Ayuntamiento de Vila». El Consistorio colabora sufragando los gastos del concierto de The Ladies.

En este sentido, la concejala de Cultura de Vila, Lina Sansano, aseguró que «vale la pena apoyar esta cita y aunque está difícil económicamente tienen nuestro apoyo moral». Además, Sansano se mostró convencida de la conveniencia de «potenciar mucho el barrio de la Marina durante la temporada baja».

A lo largo de este año de trabajo preparando la segunda edición de Rock’n’Mola, Canney explicó que han descubierto «que hay mucha música en la isla, no solo existe la electrónica». Al especificar el plantemiento de este fin de semana retro, Canney reconoció que «se ha enfocado en la dirección de traer un grupo más conocido y luego programar conciertos con los grupos de aquí, porque hay talentos muy especiales y queremos ser también una plataforma para ellos».