El joven historiador americano Michael Damiano se adentra en la personalidad del pintor Miquel Barceló en su primer libro, Porque la vida no basta, en el que cuenta peripecias inéditas del artista, al que califica de ser especial y «de carácter vampírico», de acuerdo con algunos de sus amigos. Damiano, graduado en 2010 por la Universidad de Georgetown, ha pasado los últimos cuatro años de su vida investigando a Barceló, primero a partir de estudios académicos y lecturas varias y, posteriormente, gracias al conocimiento personal y al acceso a todos sus cuadernos, lo que no habían podido hacer antes otros escritores.

El norteamericano, acompañado ayer por los editores de Anagrama, Jorge Herralde, y de Empúries, Maria Eugènia Broggi, explicó que en 2008 obtuvo una beca para escribir sobre la obra de Barceló, pero poco a poco empezó a contactar con amigos suyos, a conocer sus circunstancias vitales, hasta que el diseñador Javier Mariscal le puso en contacto con el mallorquín, que actualmente expone sus últimos trabajos cerámicos y dibujos recientes en el Museu d’Art Contemporani d’Eivissa (MACE).

Se conocieron el día de la inauguración de la cúpula del Palacio de Naciones de la ONU en Ginebra, en noviembre de 2008, y a partir de ese momento Damiano pudo acceder a sus cuadernos personales, residió durante un tiempo en un apartamento en el edificio de su taller en París y pudo acabar de enfocar su retrato con entrevistas «a su mujer, sus amigos, sus enemigos y sus exnovias». «En París -explicó- me di cuenta de que tenía material de suficiente calidad para escribir un libro y no únicamente para un proyecto académico que no leería nadie».

El historiador de 26 años subrayó que «la mitad del material del libro es inédito, porque ningún escritor había leído antes sus cuadernos, que es como conocer sus pensamientos a lo largo de los años». Este hecho le ha permitido, por ejemplo, reconstruir su vida en la Mallorca de los años setenta o la relación con su padre, que durante años fue complicada, hasta que éste comprendió su trabajo de pintor. «Me voy contento», fue lo que le expresó al artista cuando murió a principios de la pasada década.

A pesar de todo el material que ha podido consultar, la mayoría escrito en francés, y de todo lo que ha conocido, Damiano reconoce que ha guardado algunas cosas en el cajón, aunque sí ha querido mostrar algunas relaciones con varias mujeres. «El tema de las mujeres -dijo- es delicado, y algunos amigos han quedado sorprendidos de lo que he escrito, pero no veía un retrato posible de Barceló sin hablar de ellas».

Sobre su carácter, tras horas de charlas, concluyó que «no es como los demás. Es alguien especial, de quien también descubrí sus debilidades». A su juicio, tiene «una experiencia de vida muy intensa, y como dicen algunos de sus amigos, tiene un carácter vampírico, muy seductor».

Por otra parte, Damiano sostuvo que «toda su vida gira en torno de la pintura y eso es una actividad solitaria, que le lleva a pasar mucho tiempo solo».