El historiador Stefano Cingolani, el viernes en Barcelona. | Carles Domènec

Los historiadores Stefano Cingolani (Roma, 1956) y Antoni Ferrer Abárzuza (Eivissa, 1970) son los autores del estudio Eivissa i Formentera entre dos regnes: 1285-1298, que el sábado recibió el premio Nit de Sant Joan que organiza el Institut d’Estudis Eivissencs. El libro cubre una época poco estudiada, los años de Alfons II y Jaume II antes de que la Isla se devolviera al rey precedente.

Alfons II reincorporó Mallorca, Eivissa y Formentera, que desde el año 1276 formaban parte del Regne de Mallorca, a Aragón como represalia por la colaboración de Jaume II a las tropas francesas, en guerra con la Corona. En 1285 las islas se ocuparon sin apenas resistencia.

«Existía una competencia porque Eivissa estaba dividida en tres: una parte del rey y dos del arzobispo y el prelado de Tarragona», explicó Cingolani, quien desveló que «me encontré con una serie de documentos sobre Eivissa en el Archivo de la Corona de Aragón, me puse en contacto con Antoni Ferrer, y elaboré un diplomatario de 324 documentos, la mayoría inéditos, sobre la historia de Eivissa y del Regne de Mallorca».

Con ese material se elaboraron dos libros: la publicación de los documentos con una introducción y el estudio presentado al premio Nit de Sant Joan. «He explicado los precedentes de la división de reinos, los pactos entre Pere y Jaume, cómo Jaume pasa a los franceses, cómo Alfons le quita el reino de Mallorca y ocupa Mallorca y Eivissa, qué razones jurídicas aporta Jaume para decir que esto es ilegal, cómo Eivissa en esos 15 años (1285-1298) forma parte de la vida general de la Corona de Aragón, y los tratados internacionales para devolver finalmente el reino de Mallorca al rey Jaume», contó Cingolani.

El italiano añadió que «Ferrer estudió la vida de la Isla, que es la segunda parte del libro, dedicada a la historia administrativa, a los comercios de la sal, la miel y la plata». Para Cingolani, «las grandes historias publicadas sobre Eivissa, como la de Isidoro Macabich o la de Bartomeu Escandell, dedican a estos 15 años sólo dos páginas y media, y sólo se citan dos documentos». El historiador razonó que «había un problema práctico porque todos esos documentos están en Barcelona, en el Archivo Real, desde 1313».

Estructuración

El investigador aseguró que «se había estudiado bien hasta el 1276 y también ya entrados en el siglo XIV, pero había un hueco en la historia en unos años que sirven para entender cómo se estructuró la universidad de Eivissa, el grupo social de los prohombres, cuándo empezó el conflicto entre los poderosos de la Isla y el resto, los inicios del comercio de la plata, aspectos del comercio de la sal y, por parte de Balears, es interesante porque ofrece el contexto no reivindicativo y aporta mucha documentación inédita».

Entre las conclusiones del estudio, aparecen documentos de los primeros pobladores de Eivissa y la lista del reparto. «Hemos detectado grandes luchas de poder y una especie de biografía del gran cacique», señaló el medievalista, quien declaró que «Guillem Escrivà lo controlaba todo porque prestaba grandes cantidades de dinero al rey y también era el administrador del arzobispo, convirtiéndose en un empresario, medio banquero, medio prestamista, y bien relacionado con los banqueros de Barcelona».