Carl Barat, en una imagen promocional, llega esta noche a Sankey’s para ejercer como dj. | Roger Sargent

Estrellas del rock y del pop ejerciendo como djs en la noche ibicenca. Esa es básicamente la idea de Propaganda, popular fiesta británica que se ha trasladado este verano a Eivissa de la mano de su creador, DJ Dan, y que esta noche tiene reservada la plaza de estrella principal para Carl Barat, quien fuera líder de la banda The Libertines junto a Pete Doherty y que ya cumple cinco años como dj para Propaganda. La cita será a partir de las once y media de la noche en la discoteca Sankey’s de Platja d’en Bossa.

Quienes piensen en sesiones de dj al uso hay que advertirles de que el estilo musical siempre depende de la persona tras los platos y eso, en el caso de Barat, puede significar que quienes asistan a su sesión pueden encontrarse con temas de The Beatles o Rage Against The Machine, todo un reto para las noches electrónicas de la Isla.

No será la primera vez para Barat en Eivissa, puesto que ya aterrizó hace algunos años en el Bar M de Sant Antoni con la banda Dirty Pretty Things, que fundó tras la primera disolución de The Libertines. «The Libertines no habrían salido de allí de una pieza, de hecho Dirty Pretty Things apenas lo hicieron», señala Barat al recordar el ambiente que se vivió aquella noche en la bahía.

Para el músico, el hecho de pinchar se diferencia en muchos aspectos de lo que son las actuaciones en directo. Para empezar, porque cree que estar en la cabina es mucho más tranquilo y es más difícil cometer errores. Por otra parte existe también alguna similitud en el hecho de tener que ir construyendo una atmósfera sobre la que poder transitar musicalmente sin que decaiga la atmósfera que se está creando en aquel momento.

Barat logró llegar a altas cotas de éxito con The Libertines gracias al primer disco de la banda, Up The Bracket, a principios de la pasada década. En aquella época ejercieron de teloneros de bandas como The Strokes o The Vines. Su primer sencillo, What A Waster (2001) llevó a NME a considerarlos la mejor banda de Inglaterra, pero la inestabilidad de Doherty y la extraña relación de amor y rechazo que mantenían ambos forzaron que tras su segundo disco, The Libertines (2004), la banda se disolviera, aunque hace dos años anunciaron su regreso en los festivales de Reading y Leeds, citas en las que se grabó el documental The Libertines: There Are No Innocent Bystanders.