Yaiza Cabrera, en las instalaciones de ‘Última Hora Ibiza y Formentera’.

¿Cómo llega uno a dedicarse a la literatura? Al plantearle la pregunta a Yaiza Cabrera (Eivissa, 1993), la joven escritora insinúa que es una pregunta difícil de contestar, aunque tras una breve pausa contesta con seguridad que, en su caso tiene que ver con la posibilidad de ‘viajar’: «Me gusta escribir. Me ayuda mucho en mi día a día y supone un aliciente para levantarme cada mañana. Me ayuda a evadirme porque es como otro mundo al que me gusta viajar», señala. De hecho, uno de esos viajes puede encontrarse en las librerías con el título de Cuando avergüences al diablo, una novela negra con la que Cabrera debuta en el mundo editorial a través de la autoedición, una experiencia que, salvo algún pequeño problema, ha resultado satisfactoria.

«Autopublicar es complicado y más en el caso del primer libro, porque no sabes hacia dónde tirar, no tienes ninguna experiencia en ese mundo», explica la escritora, que reconoce que no ha enviado su manuscrito a ninguna editorial. «El mundo de las editoriales es muy complicado. Normalmente, cuando se escribe es para mandarlo a una, pero también está ese miedo al fracaso, de que a nadie le interese, así que consideramos que la autoedición, para empezar, estaba bastante bien».

Con una segunda novela de corte histórico en cartera, Océanos de tiempo, Cabrera asegura que aunque es con el género de novela negra con el que más disfruta al escribir eso no es un impedimento para narrar otro tipo de historias. Eso sí, sin un referente específico. «No tengo referentes —confiesa—. Leo mucho y veo series y películas que pueden darme algunas ideas, pero no tengo un autor en concreto como guía».

Libros, cine y televisión

En ese sentido, la joven escritora, que cuenta con dos premios de narrativa Ramon Muntaner en su haber, obtenidos consecutivamente en los años 2009 y 2010, opina que muy probablemente las influencias en su generación lleguen más por las series de televisión y el cine que a través del a literatura. «Me apasiona leer, y a otra gente de mi generación también, pero no es lo habitual. Es más fácil que te den una película o una serie y la veas que el que te den un libro», reflexiona. Siguiendo con su razonamiento, al preguntarle si no es un poco arriesgado dedicarse hoy en día a la literatara en lugar de al mundo audiovisual, Cabrera es tajante: «Realmente no escribo para los demás, sino para mí misma. Hay una cita de Cyrill Conolly que dice que ‘es mejor escribir para uno mismo y no encontrar público, que escribir para el público y no encontrarse uno mismo’».

Actualmente, Cabrera estudia Derecho en la Universitat de les Illes Balears, y, aunque le gustaría verse más como escritora, espera poder compaginar la abogacía con las letras. «En mi familia ya hay gente que ha hecho Derecho y me gusta. Lo estudio para dedicarme a ello, aunque no niego que si me pudiera dedicar a escribir sería muy feliz», finaliza.

Un libro con fines benéficos
La intriga que se desarrolla en Cuando avergüences al diablo tiene un segundo final que no está escrito en la novela, pero que tiene que ver con sus ventas, porque todo el dinero que se recaude con él irá destinado a Cáritas, la Fundación contra el cáncer y la Once. De hecho, Cabrera adelantó que ha hablado con esta última organización para estudiar la posibilidad de que la novela se convierta en un audiolibro y también se edite en Braille para que también lo puedan disfrutar las personas invidentes.