Antoni Vera, Rafael Bosch, Ferran Mascarell y Vicenç Villatoro, hace un año en plena armonía.

No hubo posado fotográfico en la despedida oficial del Govern de Balears del Institut Ramon Llull (IRL), que se consumió la pasada semana en la sede barcelonesa de la Conselleria de Cultura de la Generalitat de Catalunya con el encuentro del conseller balear Rafael Bosch y el catalán Ferran Mascarell. La reunión coincidió en el tiempo con la noticia de que varios municipios de Mallorca quieren entrar en el Institut, ahora que la Comunitat Autònoma lo ha abandonado. Los alcaldes de los mismos tenían previsto reunirse en la Institució Pública Antoni Maria Alcover de Manacor con Vicenç Villatoro, presidente de la entidad.

Artà, Esporles, Manacor, Porreres y Santa Margalida impulsarán la creación de la red de municipios de las Illes Balears adheridos al Institut Ramon Llull. Los cinco alcaldes, Jaume Alzamora (Unió d’Independents d’Artà), Bernat Bauçà (Porreres, Convergència per les Illes), Antoni Pastor (Manacor, exmiembro del PP y que actualmente gobierna con el apoyo de la Agrupació Independent de Porto Cristo), Miquel Ensenyat (Esporles, PSM-Entesa) y Miquel Cifre (Santa Margalida, PSIB-PSOE) junto con el director del Institut Ramon Llull, Vicenç Villatoro, deberán empezar a diseñar el marco jurídico para sacar adelante este proyecto.

Los ayuntamientos de Artà y Manacor ya han aprobado en sus respectivos plenos un documento de compromiso para seguir trabajando con el Ramon Llull como un auténtico instrumento de proyección exterior de la lengua y cultura catalana.

Uno de los municipios que primero se implicó fue Artà. Su alcalde, Jaume Alzamora, explicó a Ultima Hora que «a raíz de la moción que aprobamos por pleno mantuvimos diversas conversaciones con diferentes alcaldes para impulsar la creación de esta red de municipios, así como se ha hecho en el País Valencià y está previsto que Villatoro nos explique cuál es la fórmula que se puede seguir y una vez que se establezca la idea es hacer extensiva la propuesta a los diferentes municipios de las Islas».

Por su parte, Villatoro avanzó que estaba en su agenda el informar a dichos consistorios «de la posibilidad de convenios con el Institut y agradezco su interés porque significa que creen en el proyecto», y añadió que «la situación tiene una simetría con lo que sucede con Valencia».

Lamento

En cuanto a la reunión de Barcelona en la que se formalizó el abandono balera del IRL, Villatoro señaló que «no ha habido tensión porque todo era previsible, pero la mayor parte de las intervenciones han sido de lamento». «Pocos días antes del aviso de la ruptura, que nadie deseaba, celebramos en Palma los diez años y los discursos auguraban larga vida a la colaboración mutua», añadió el director de la institución.

Villatoro también comentó que «se ha hablado fundamentalmente de razones económicas», y argumentó que «el Llull tiene dos lógicas, la territorial y la de la proyección de la lengua y cultura, por lo que, a partir de ahora, las traducciones de los escritores baleares seguirán siendo promovidas pero, por lógica territorial, los autores de las Islas ya no contarán en los actos que se hagan».