La arqueóloga Helena Jiménez, ayer, en el Museu Monogràfic durante su conferencia.

«Con este ciclo de conferencias queremos dejar claro que no existe la restauración o el método de conservación perfecto. La pieza está viva y evoluciona. Tienes que estar continuamente vigilando aunque la mimes y la tengas con la temperatura y la humedad adecuadas. No siempre se comportan como crees que lo harán». Quien así se expresa es Helena Jiménez, quien junto a Laia Fernández y Teresa Rullán forman el equipo del laboratorio de conservación y restauración del Museu Arqueològic d’Eivissa i Formentera, un grupo que entre ayer y mañana desvela en el seminario Del passat al futur el viaje que han realizado las piezas arqueológicas desde el almacén hasta las vitrinas del Museu Monogràfic de Puig d’es Molins, que albergan 2.542 objetos. Fue precisamente Jiménez quien abrió en la tarde de ayer estas jornadas gratuitas que continuarán hoy y mañana a las ocho de la tarde con las intervenciones de Rullán y Fernández.

La idea de organizar este seminario surgió al constatar estas tres especialistas el trabajo generado por la reapertura del Monogràfic. «Había piezas que llevaban restauradas mucho tiempo y con otras es verdad que se nos echó el tiempo un poco encima, restaurándose a lo largo del último año», reconoce Jiménez, quien ayer estaba encargada de explicar el funcionamiento del laboratorio propiamente dicho.

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