Historias con mucho sexo protagonizadas por mujeres normales a las que les pasan cosas reales es la receta con la que Erika Lust ha revolucionado el cine pornográfico para el público femenino y que ha decidido trasladar a la literatura en su libro «La canción de Nora».

El fenómeno «Cincuenta sombras», una trilogía erótica que ha vendido más de 40 millones de ejemplares en todo el mundo, ha animado a Lust a dar el salto a la literatura, ha reconocido en un entrevista con Efe.

Lust leyó «Cincuenta sombras de Grey» hace un año y le «decepcionó» porque «repetía la estructura clásica de mujer joven e inocente con hombre rico y poderoso».

«Yo quiero ofrecer algo alternativo, cambiar los códigos», ha indicado la autora de «La canción de Nora», una novela ambientada en Barcelona, Benidorm, Ibiza y Cadaqués, que narra la historia de una joven sueca, de 24 años, que llega a España en 1999 para iniciar su carrera como directora de cine.

En Barcelona conoce a dos hombres: un joven productor llamado Xavier que se convierte en «un amigo con derecho a sexo» y un atractivo fotógrafo llamado Matías con el que inicia una relación «tormentosa».

La protagonista del libro es «una mujer con virtudes y defectos», muy diferente a las que aparecen en las novelas eróticas para mujeres y en el cine pornográfico, según Lust.

«En las novelas eróticas para el público femenino, la protagonista suele ser una mujer enamoradísima, que quiere casarse con su príncipe azul», mientras que en el cine pornográfico «las mujeres son instrumentos bonitos que los hombres utilizan para obtener placer».

«Las mujeres no son putas o santas, son las dos cosas y muchas más, y mi reto es construir mujeres reales que se encuentran con hombre reales y viven historias reales, porque esa es la única manera de que las mujeres se sientan identificadas con el personaje», ha aclarado la escritora.

Erika Lust es muy crítica con el contenido y la calidad literaria de «50 sombras de Grey», pero reconoce que es un fenómeno que puede tener efectos beneficiosos.

«Muchas mujeres han leído la trilogía y se han dado cuenta que necesitan nutrir su erotismo interior. Ahora quieren más y están buscando qué les ofrece el mercado», ha dicho.

«Desde que eclosionó el fenómeno Grey se venden más películas eróticas, más juguetes eróticos en las tiendas y han empezado a salir muchos libros eróticos», ha añadido.

Esta «ola» puede llenar el mercado «de basura», según Erika, pero también puede ser una oportunidad para autoras como ella, que llevan mucho tiempo dedicándose a alimentar las fantasías sexuales de las mujeres.

«No somos muchos, pero somos unos cuantos los que estamos en la industria erótica para mujeres desde hace tiempo y que, hasta ahora, hemos tenido dificultades para que los medios de comunicación nos hagan caso. Ahora las cosas han cambiado, parece que se están superando ciertos prejuicios», ha señalado la escritora.

Erika Lust es sueca como el personaje de su novela y también llegó a España a finales de los 90, pero los dos padres de Lust son suecos, mientras que la protagonista de la novela es hija de una sueca que viajó a España de turismo en los sesenta y se enamoró de un español.

«Las películas de Fernando Esteso retratan a las suecas como unas frescas y a los españoles que ligaban con ellas como unos salidos. Sin embargo el personaje de Nora habla de su madre como de una mujer liberada y de su padre como de un hombre emprendedor», ha explicado la escritora, a quien le gusta romper estereotipos y demostrar que todo depende del color del cristal con el que se mira.

Los mismo ocurre con la pornografía, un género que para muchos es algo sucio y para Erika Lust es «bonito e inspirador», siempre y cuando «se haga bien».