Gary Cook junto a 108 obras de la serie ‘Fish’, realizadas todas en dos formatos: 25x27 y 25x36.

Primero fueron los elefantes, a los que siguieron las Long Houses y, desde hace dos años, el pintor británico Gary Cook pone cada día a punto sus pinceles sobre la serie Fish, una colección de obras de pequeño formato (25x27 y 25x36 cm) de las que ya ha finalizado unas cuatrocientas en los dos últimos años en su residencia de Dénia, lugar al que se dirigió hace cinco años después de haber residido en Eivissa a lo largo de dos décadas.

«Sigo manteniendo contacto con Eivissa, viví allí veinte años y tengo muchos amigos en la Isla, por no hablar de mi propia obra», explica Cook vía telefónica. Sobre Fish, el pintor asegura que es una «evolución natural» de su trabajo después de haber pintado los paisajes de Dénia, que dieron paso a Long Houses. «Hace un tiempo vi en esos cuadros una forma como de un pez y trabajo en ello desde hace dos años. Cada serie surge del pasado y va adquiriendo su propia identidad con el tiempo».

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