Martin Frommelt trabajando en su estudio.

Dice el artista Martin Frommelt que lo que es verdaderamente importante para él es «la imagen que hay tras la imagen». Una reflexión que invita a mirar su obra con ojos de explorador, algo que los aficionados al arte de Eivissa podrán hacer a partir del día 30 de este mes de marzo, cuando el Espai Micus inaugure a las cinco de la tarde la exposición que le dedicará durante el tiempo de Pascua y hasta el próximo mes de julio. Eso sí, con el peculiar horario de apertura de esta sala: los domingos de 11,00 a 14,00 horas (aunque también se pueden concertar visitas por teléfono).

Frommelt llega desde Liechtenstein, país en el que nació en el año 1933 y que no figura comúnmente en el mundo artístico como un territorio puntero, un aspecto que esta muestra puede cambiar ligeramente.

Al finalizar la escuela, el artista recibió clases de pintura durante tres años por parte de su tío Anton Frommelt, quien fue sacerdote, político y artista. Durante los diez años que van de 1952 a 1962, un joven Martin Frommelt residió en París, ciudad en la que cursó estudios en la Ecole des Beaux-Arts y formó un círculo artístico con algunos compañeros. La premisa fundamental de aquel pequeño movimiento era la de conseguir la integración del arte en la arquitectura y, principalmente, en los espacios públicos, una dinámica que ya no abandonaría y que en aquellos años le llevó a evitar el mundo de las galerías y del mercado del arte establecido, además de dedicarse, entre otras ocupaciones, a diseñar los esquemas de color de complejos de edificios en su totalidad.