Marcos Torres.

Un día del año 1999, el diseñador gráfico Marcos Torres (Eivissa, 1973) tomó la decisión de tomar el control de su obra. Se estableció por su cuenta e inició un recorrido que le ha llevado a exponer en su isla natal, Madrid, Brighton, Santiago de Compostela o León; a ver cómo una de sus obras más características era subastada en la prestigiosa Christie’s, o a abrir una tienda en la que sus diseños se adaptan a todo tipo de ropa y objetos. El tiempo ha pasado y Torres ha ido plasmando su particular universo e iconografía a lo largo de él. Una buena muestra de ello podemos encontrarla en la exposición que actualmente presenta el Centro Cultural de Puig d’en Valls hasta el día 17 (este próximo viernes habrá una fiesta de inauguración a partir de las ocho de la tarde) y en la que este diseñador gráfico repasa, a través de 24 obras, sus últimos diez años como artista.

«La primera vez que vi toda la obra de la exposición junta tuve una sensación de sobredosis, no había visto nunca todas esas obras agrupadas y sentí que me desbordaban emocional y mentalmente», afirma Torres, quien reconoce que detrás de cada una de ellas hay «una historia personal» y, por ello, se considera incapaz de mostrar preferencia por alguna ante las otras. «Me sería imposible señalar una obra en concreto, pero el público ha decidido que entre las más características de mi trabajo esté Pow. Se ha hablado mucho de ella y ahora la he reeditado en plata y negro, cambiando los colores originales», explica sobre una serigrafía uno de cuyos ejemplares fue subastado en Christie’s. «Fue como un shock —recuerda—. Me enteré por casualidad y fue muy divertido verlo, pero una vez lo había celebrado vi lo que implicaba. Es un gran reconocimiento, porque es una sala de subastas con unos filtros de calidad espectaculares».

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