Un operario trabajaba aún ayer por la mañana en la construcción de las jardineras. | Daniel Espinosa

Lo que tenía que ser un momento de homenaje a la figura de Marià Villangómez en la iglesia de Sant Miquel, con motivo de la presentación de la reedición del libro L’any en estampes por parte del Govern balear, se convirtió en la tarde del pasado jueves en el inicio de una polémica por unas visibles obras iniciadas en el patio del templo. En el lugar en el que durante años han estado ubicados cuatro árboles, dos a cada lado del patio, han aparecido cuatro estructuras de bloques y hormigón a modo de jardineras, al parecer para que en las mismas vuelvan a ser plantados otros tantos árboles.

Al parecer, las obras fueron iniciadas por la propia parroquia debido a que las raíces de los árboles existentes dañaban el pavimento del patio. Este periódico se puso en contacto con el delegado de patrimonio del Obispado de Eivissa, Francesc Torres Peters, quien ayer confesó desconocer que se estuvieran llevando a cabo dichas obras en Sant Miquel. La misma respuesta fue la que emitió el Ayuntamiento de Sant Joan, que ayer mismo desplazó al patio de la iglesia a una dotación de la Policía Local que, tras confirmar la existencia de las jardineras, ordenó detener las obras. Desde el Consistorio se agradeció asimismo la información que aportan los ciudadanos para poder hacer frente a este tipo de situaciones.

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