La artista Lauren Baker.

El mundo del arte contemporáneo tiene su calavera icónica. En 2007, Damien Hirst cogió un cráneo humano y le insertó 8.601 diamantes. Un grupo inversionista cuyo nombre no se hizo público pagó por la pieza 74 millones de euros. Moviéndose en unas cifras más modestas, la artista también británica Lauren Baker ha finalizado hace pocos días su obra

Lucid Visions, elaborada en colaboración con Sequin Kay, y que podrá contemplarse desde mañana y hasta el día 8 en Atzaró (y el día 23 en el Ocean Beach Club) en el marco de la quinta edición de Urban in Ibiza bajo el lema Sons of Warhol.

Baker no trabaja directametne sobre calaveras humanas, como sí hizo Hirst, sino sobre réplicas de resina, un aspecto que no elimina en absoluto la fuerza de su trabajo. Para finalizar Lucid Visions han sido necesarias 27.350 lentejuelas y 310 horas de trabajo. La artista asegura estar «realmente orgullosa» de esta pieza y confiesa estar «impaciente» por exhibirla en Eivissa.

Tal y como explica ella misma, Lucid Visions es «una reflexión acerca de lo que supone estar atentos a nuestro subconsciente y conectar con nuestra mente intuitiva a través de estímulos visuales». El diseño a través de pautas «que fluyen orgánicamente representa una explosión de pensamiento, ideas y visiones», advierte, mientras que la laboriosidad con la que la pieza está cosntruida tiene que ver, defiende Baker, con «la búsqueda de significado, perpetuado en la meticulosidad de los detalles, que entronca con el proceso de meditación» de las artistas.

Esta no será la primera visita de Baker a la Isla, donde ya ha participado en alguna edición anterior de Urban in Ibiza y que es una de las artistas que han decorado el hotel Urban Spaces de Vila.