Como si de un gran puzzle se tratara, el estudio de los elementos hallados incluye su separación por tipo para facilitar la catalogación.

Andrea Torres y Ana Artina, dos licenciadas en Historia por la Universitat de les Illes Balears y por la Universitat de Barcelona, dedican parte de su verano a trabajar en la clasificación de los restos, principalmente cerámicos, hallados en el solar en el que actualmente se está construyendo el CP Sa Bodega. El trabajo de Torres y Artina, que se lleva a cabo en el Laboratorio de Arqueología del Ayuntamiento de Eivissa, ha sido posible gracias a las becas concedidas por el Consistorio, cada una de ellas con una duración de tres meses y un importe económico de 500 euros al mes.

Los directores del yacimiento de sa Bodega, Julia García y Pepe Torres, son los encargados igualmente de supervisar el trabajo de las dos jóvenes, que comparten espacio con la restauradora Laia Fernández, actualmente en pleno proceso de recuperación de un ánfora romana hallada en la cisterna del pie de la muralla de sa Pedrera y que también colabora puntualmente en la clasificación de sa Bodega.