Esta es la única fotografía de la exposición que ha sido montada con Photoshop.

Las fotografías de Toni Riera, a lo largo de sus tres décadas de carrera profesional, han sido disfrutadas por el público de las más variadas maneras: anuncios, calendarios, exposiciones... Pero en todos sus trabajos, el fotógrafo aprovechaba el final de las sesiones para realizar una última fotografía en la que posaba con los modelos. Desde ayer, y hasta el próximo lunes, El Hotel de Pacha muestra una selección de unas treinta imágenes de esas instantáneas, mitad recuerdo, mitad experimento.

«La idea nació por casualidad al empezar mi carrera como fotógrafo. Siempre me hacía una foto de recuerdo con los modelos. Era un solo disparo, sin preparar y las hacía un ayudante o alguien que pasaba por allí, le daba la cámara y le decía ‘aprieta aquí’», recuerda Riera, quien hace un tiempo cayó en la cuenta de que tenía centenares de estas fotografías en una caja.

«Es casi como un álbum familiar, porque son todas improvisadas y muchas son muy divertidas», explica. Aunque hay una excecpción en la exposición. Se trata de una imagen en la que el fotógrafo y una modelo aparecen colgando de un reloj daliniano en la fachada de La Pedrera, el edifició de Gaudí en Barcelona. «Era una serie para un calendario y requería Photoshop». Esta es de las más actuales exhibidas en El Hotel, porque casi todas «tienen entre quince o veinte años de antigüedad», recuerda.

Treinta años de fotografías de recuerdo dan, además, para muchas anécdotas, como con las series de imágenes que realizó para diversas orquestas sinfónicas y en las que aparece dirigiendo a los músicos o las hechas con la compañía teatral La Cubana. «Hice su tarjeta de Navidad durante muchos años y era muy divertido posar con ellos porque daban mucho juego». rememora.