La ganadora del Premio Planeta, Clara Sánchez, agradece el galardón durante la entrega de la 66 edición del Premio Planeta que se ha celebrado esta noche en en el Palau de Congresos de Cataluña, en Barcelona. | Albert Olivé

La escritora Clara Sánchez (Guadalajara, 1955) fue premiada ayer con el 62 Premio Planeta de Novela, dotado con 601.000 euros, por El cielo ha vuelto. La ex ministra de Cultura del gobierno de Zapatero, Ángeles González Sinde (Madrid, 1965), fue distinguida con el premio finalista por El buen hijo, dotado con 150.250 euros.

Los galardones fueron entregados en el transcurso de una cena multitudinaria celebrada en el Palau de Congressos de Catalunya en Barcelona, encabezada por el presidente de la Generalitat, Artur Mas.

En El cielo ha vuelto, Clara Sánchez cuenta una historia «sobre una chica a la que le ha sonreído la vida y un día se encuentra en un vuelo a una mujer extraña que le dice que desea su muerte». La novelista añadió que «la chica entra entonces en el mundo de la desconfianza, en la que yo he querido indagar».

Lo que esconde tu nombre obtuvo en el año 2010 el Premio Nadal de Novela, de la que ha vendido medio millón de ejemplares en España e Italia. Con Últimas noticias del paraíso recibió el Premio Alfaguara de Novela 2000.

No avanza

La madrileña Ángeles González-Sinde tiene publicados un total de cuatro libros infantiles.

En el año 1997 fue galardonada con un primer Goya al mejor guión por la película de Ricardo Franco La buena estrella. En 2003 recibió un segundo Goya por la dirección novel de La suerte dormida y, tres años más tarde, fue nombrada presidenta de la Academia Española de Cine. Su padre, José María González Sinde, fue el primer presidente de la misma institución. Se convirtió en ministra de Cultura durante el segundo mandato de José Luis Rodríguez Zapatero al sustituir a César Antonio Molina.

Sobre El buen hijo, González Sinde avanzó que «he escrito la historia de un hombre joven que vive con su madre, lleva el negocio familiar que ha heredado, no avanza e intenta cambiar, pero no es fácil», afirmó.