La limpieza de la obra y la fijación del color centran la primera fase del proceso. | P.Tur

El retablo de Jesús muestra estos días una imagen muy poco habitual a puerta cerrada. Frente a esta joya del arte religioso pitiuso se alza ahora un enorme andamio que cubre por completo su superficie y por el que se mueven con soltura Cristina Salas, Marta Iriondo y María Porras, las tres técnicas del Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE) que desde el pasado lunes se afanan en limpiar y consolidar los elementos pictóricos de la obra, una primera fase en el proceso de restauración de la misma y que finalizará este mismo viernes.

Utilizando un símil sanitario, la consellera de Cultura del Consell d’Eivissa, Pepita Costa (que ayer visitó la iglesia de Jesús junto a la concejala de Cultura de Santa Eulària, Ana Costa), señaló que este primer trabajo es para «mantener estable al paciente hasta acometer las obras en el templo y la restauración definitiva del retablo». Según explicó, la intervención es «uno de los pasos exigidos en el primer diagnóstico realizado sobre su estado», un estudio que llevó a cabo Juan Antonio Herráez, especialista de conservación preventiva del Área de Investigación y Formación de la Dirección General de Bellas Artes, después de estudiar la iglesia de Jesús en mayo de 2012 y en el que señaló a las fluctuaciones de humedad en el interior de la iglesia como uno de los principales motivos de deterioro del retablo.

«Lo que estamos haciendo —especificó Cristina Salas, quien se encuentra al frente del equipo desplazado a Eivissa por el Ministerio de Cultura— es una limpieza con aspiración y brocha de la suciedad superficial, porque el retablo tenía polvo acumulado desde hace muchos años, y una fijación del color debido a que había grietas en las que se estaba levantando la pintura y había riesgo de desprendimientos». Además, se procederá a estucar las faltas de material que más llaman la atención y a reponer algunas molduras desprendidas de la parte superior y que, tal y como relató Salas, el párroco había conservado.