Miguelanxo Prado en una imagen de 2009. | Cabalar

El autor Miguelanxo Prado ha sido galardonado con el Premio Nacional del Cómic por su obra Ardalén. El jurado ha destacado el «carácter poético de su obra, que mezcla la realidad con el sueño, la memoria y el olvido, y su maestría técnica en el uso del color».

El premio, concedido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, está dotado con 20.000 euros y tiene como objeto distinguir la mejor obra de esta especialidad publicada en cualquiera de las lenguas del Estado durante el año 2012.

Ardalén

, según Prado, es una historia «en torno a la memoria personal» donde usó la memoria como «esencia» de la existencia, de la «percepción de la vida» y de la «identidad» para contar la vida de «un puñado de seres humanos» que se ayudan y se «hacen daño» unos a otros. Se trata de un trabajo, publicado por Norma en castellano y en gallego, en el que el ilustrador invirtió tres años y que vio la luz a finales de 2012.

El ganador del Premio Nacional de Cómic 2013 recibió con «alegría» la noticia de la concesión del galardón y consideró que es un «analgésico» para una «enfermedad crónica» de su gremio: la inseguridad.

«Puedes llevar 30 años haciendo cómic, y cada nuevo proyecto tiene adosado una dosis de duda, de inseguridad —expresó—, porque no sabes si te estás equivocando al contar esa historia. El primer calmante es la reacción del público; luego, cuando el editor te dice que se está vendiendo, eso tranquiliza mucho, y, si finalmente el libro recibe algún premio, se cierra el círculo».

El gallego también añadió que el galardón es, además, «positivo» para el mundo del cómic en general y considera que, desde su creación en 2007, ha supuesto «un cambio sustancial» en este tipo de arte en nuestro país.

Público fiel

«El cómic ha tenido siempre un público muy fiel, pero por eso mismo se ha movido siempre en unos límites un tanto férreos. El que era lector de cómic era muy fiel, pero prácticamente no existe, como en otros medios, el publico ocasional», dijo.

En este sentido, según Prado, el galardón «ayuda mucho» a darle visibilidad al medio y hace que «lectores que no son frecuentes» descubran que puede haber «algún libro que les interese».

«Es una alegría recibir el premio, pero siempre digo que quien piense que porque una obra suya reciba un galardón lo convierte automáticamente en el mejor libro y se crea mejor que el resto de sus compañeros, es idiota», remarcó el autor.

Sobre el estado del mundo del cómic en España, Prado consideró que «está viviendo su edad de oro». Asimismo, celebró que «cada vez se lea más cómic en España» e indicó que este momento que vive el cómic español no es «una efervescencia juvenil», sino «un fenómeno intergeneracional» que ha llevado al cómic español a un momento de «absoluta madurez».