Blánquez (en primer término) habló sobre el mundo púnico en el suroeste peninsular. | P.T.

«La investigación a día de hoy no es capaz todavía de poder caracterizar con precisión la evolución de la cultura material púnica en nuestra península y ello queda patente, entre otras cuestiones, a la hora de querer sistematizar los espacios domésticos púnicos. Su propia materialidad, fundamentada en lo que conocemos como ‘arquitectura del barro’, ha dificultado tando su conservación como una especial atención a los escasos restos aparecidos a causa, muchas veces, de la monumentalidad propia de la arquitectura en piedra que, en el mundo fenicio púnico, siempre estuvo limitada a los espacios religiosos o del poder político». Esta es una de las conclusiones que el catedrático en Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid Juan Blánquez Pérez expuso ayer en la penúltima conferencia de XXVIII edicióni de las Jornades d’Arqueologia Feniciopúnica que se desarrollan en el Museu Monogràfic de Puig d’es Molins durante esta semana, centradas en la arquitectura urbana y el espacio doméstico en dicha época.