Joan Ramon Torres habló sobre los últimos hallazgos en Eivissa. | (c) Sergio G. Canizares

A lo largo de toda esta semana, diversos especialistas han ido desentrañando en el Museu Monogràfic los conocimientos que hoy en día se tienen de las estructuras urbanas y la arquitectura doméstica en la época feniciopúnica en diversos ámbitos mediterráneos. Y todos ellos coinciden en el hecho de que se trata de un campo que se ha visto impulsado en los últimos tiempos pero en el que quedan importantes lagunas. Eivissa no es una excepción al respecto, como puso de manifiesto ayer el doctor en Prehistoria e Historia Antigua y técnico de patrimonio del Consell d’Eivissa, Joan Ramon Torres, encargado de clausurar esta XXVIII edición de las Jornades d’Arqueologia Feniciopúnica organizadas por el Museu Arqueològic d’Eivissa i Formentera.

Para Ramon Torres, las aportaciones de la arqueología preventiva han hecho que «el conocimiento de la ciudad fenicio púnica de Eivissa haya variado sensiblemente en las últimas décadas». Al hacer memoria, se retrotrae hasta los años setenta, cuando Tarradell y Font se centraban en el yacimiento de Puig d’es Molins a la hora de obtener información y «consideraban simplemente lógico que la ciudad antigua estuviera en lugar de la actual» mientras esperaban a que «la investigación futura cambiara dicho panorama».