El Teatre Principal acogió la entrega de los Premis Ciutat de Palma. | Joan Torres

Después de la gala anodina del pasado año, ideada así para rebajar la tensión lingüística que en 2013 ‘interrumpió’ la fiesta literaria, la de ayer se tomó literalmente la revancha. Bajo un aparente renovado show, un poco de música y danza por aquí y por allá, la política volvió en estado puro al escenario: Especial saludo a los diez batles de la Part Forana presentes; ‘palo’ a aquéllos que capitanean una cultura que se limita a «reproducir un debate lingüístico maniqueo y excluyente», y un anuncio pomposo. Cort quiere que Palma sea Patrimonio de la Humanidad.

Una edición más los premiados pasaron a un segundo plano: Nombre, foto y breve saludo. Agradecida la conducción de Joan Monse y Raquel Rozalén, las actuaciones musicales y la propuesta de Las Muchas, de Mariantònia Oliver. Poca o prácticamente nula representación del sector cultural en la platea del Teatre Principal de Palma, al que el alcalde Mateo Isern pidió «su implicación, sus ideas y aportaciones a la urgente labor de regenerar la vida pública y reconciliar a los representantes políticos con la sociedad civil». El discurso extenso de Isern se refirió a «polémicas estériles», reivindicó «el carácter primordial de las inversiones que generan retornos no inmediatos» y criticó con dureza a quienes «defienden la cultura desde un fanatismo que resulta absolutamente incompatible con la esencia misma del arte y el conocimiento». Por primera vez, las autoridades hicieron alusión al enfrentamiento con el sector literario. El primer edil reconoció que «no ha sido posible llegar a acuerdos», y el regidor Fernando Gilet agradeció «la implicación, la valentía y el apoyo» de aquellos autores que sí se han prestado a formar parte de los jurados. No faltaron otras afirmaciones significativas, como la crítica a la «concepción elitista de la cultura», «el moderno despotismo ilustrado», «la cultura como reducto de unos pocos»... Más aún cuando Cort apela a «una cultura y una política independientes en su gestión». Ahora sí, durante el acto cultural, Isern anunció que en el próximo pleno propondrán, y así lo han compartido ya con la oposición, la creación de una comisión mixta de expertos -de las tres instituciones y de otras entidades- que decida qué contenidos son «susceptibles» para presentarse a la candidatura a Patrimonio de la Humanidad.

Bilingüismo

La nueva remodelación de los premios literarios de los Ciutat de Palma, ahora bilingües, fue defendida por el regidor Fernando Gilet, quien cree que «el debate lingüístico en materia literaria debería estar archivado» y que debería acabarse con «esta pugna partidista». Gilet valoró que ahora el certamen tiene «más libertad» y «está impregnado de más calidad».

El evento, al que no asistió la consellera Camps, sí su antecesor en el cargo, Rafael Bosch, por apuntar un dato, concluyó con La Balanguera, por apuntar un símbolo.



Premis Ciutat de Palma

Beca d'Investigació: Bartomeu Vallori por Urbanisme romà a la ciutat de Palma

Joan Alcover de Poesia:Ben Clark, por La Fiera

Llorenç Villalonga de novel·la: Rosa Font i Massot, por La dona sense ulls

Animació Independent: Viola Baier, por Wedding Cake

Curtmetratge Ficció: Miguel Angel Carmona, por Subterráneo

Curtmetratge Documental: Maria Agúndez, por Los hombres también son vírgenes

Còmic: Jorge Enrique Isaurralde, por El funeral de John Mortonson y otros cuentos

Antoni Gelabert: Levi Horta, por Creación política,2010-2013

Arquitectura: Juan Miguel Tizón y José Ripoll