Borja Gil, durante sus últimas horas de ensayo antes del concierto.

El día de hoy marcará un antes y un después en la carrera musical de Borja Gil (Barcelona, 1995). Esta noche, el joven pianista de 18 años ofrecerá en Puig d’en Valls su primer concierto como intérprete solista. No es la primera vez que se enfrenta a una sala repleta de público, ya antes había tocado en compañía de otros estudiantes, pero la soledad frente al instrumento le llega al mismo tiempo que ha tomado la decisión de dedicarse plenamente a la música.

Vera Sykora, la profesora de piano más reconocida de Eivissa, solo tiene palabras de elogio hacia él: «Es el alumno que más sorpresa me ha dado en la vida», afirma categórica. Ella será hoy su apoyo hasta que las luces se apaguen y se haga el silencio en la sala. Después, Borja Gil se quedará a solas nada menos que con Händel, Mendelsoonn o Schubert. Compositores que dan una idea de la altura del programa previsto para el recital. «Estamos hablando de un nivel superior, con compositores de diferentes épocas y piezas complejas, y además lo toca todo de memoria», comentaba Sykora, encargada no solo de haberle enseñado todo lo que sabe, sino también de acompañarle en las nuevas obligaciones que irán ligadas a su carrera, como es la de atender a los medios de comunicación.

Borja Gil, que comenzó a estudiar piano a los nueve años, se reconoce nervioso ante el debut de esta noche. Han sido dos meses de trabajo, inmerso en las piezas que hoy sonarán en el centro cultural de Puig d’en Valls pero, aun así, Gil no se olvida de lo importante: «Quiero dar las gracias a mi madre y a mi profesora porque ellas me animaron y se dieron cuenta de que sí podía llegar a dedicarme a esto».