«El teatro es una herramienta muy buena para aprender a vivir»

—¿Cómo ha recibido el grupo la noticia de que va a actuar en el María Guerrero?
—Hace diez años que nos presentamos a estos premios y siempre hemos sido muy bien tratados y hemos recibido otras menciones. Pero imagínate, el María Guerrero es otro nivel, aunque personalmente también valoro mucho la semana que van a pasar en un campus de teatro, con buenísimos profesionales. Durante esa semana por las mañanas tendrán clases y cada tarde irán a ver una de las cuatro obras ganadoras, las tres escolares y la no escolar, que es la nuestra.

—Hábleme sobre el montaje que ha conseguido el premio, Si pudiera desaparecer.
—Será cuando nos entreguen el premio cuando nos dirán exactamente lo que han valorado, pero sobre el montaje te puedo decir que trata sobre la violencia que viven los adolescentes en su día a día. Muchas veces es adoptada como normal cuando no lo es. No quería tocar ese tema con estereotipos y quise informarme sobre la raíz, algo que hice con la ayuda del psicólogo Enrique Sánchez, la Oficina de la Dona y educadoras sociales.

—¿Y todo ese trabajo se hacía entre todos?
—Sí, es un trabajo de grupo, sobre todo charlábamos y ellos aportaban su propia experiencia. Y leíamos, veíamos cortos y todo eso he intentado presentarlo de una manera desfragmentada para que cada uno saque sus conclusiones, que es lo interesante del teatro. Hay textos que han escrito ellos, otros yo y otros están cogidos de internet.

—Este año Musicaldansa ha representado siete obras. Ahí hay mucho trabajo...
—Sí, y todavía me queda el grupo de los pequeños y los medianos. Es mucho trabajo realmente. Hacemos el musical de cada año, pero luego otras cosas y una que se prepara siempre para el ‘Buero’. Pero aprendemos todos, ellos conmigo y yo con ellos.

—Musicaldansa nace hace 11 años en el instituto Virgen de las Nieves de Sant Jordi, aunque Nadia Banegas ya llevaba años empapándose de teatro
—Sí, empecé con esto cuando me concedieron una beca internacional y me fui a París. A partir de ahí empecé a aplicarlo en un centro cívico del Raval (Barcelona) con el que colaboraba. Después me vine a Eivissa y con unos ocho alumnos de secundaria del instituto empecé. Llegaron otros y al final monté Musicaldansa. Creo que lo que se premia no es solo la obra de este año, el proceso y el aprendizaje es largo. Y yo también tengo mis raíces, con Antonia María Cardona y Toni Riera, que me han formado. Empecé en el GAT y me enseñaban y luego seguí con ellos.

—¿Cuántos jóvenes y niños forman la cantera de Musicaldansa?
—Los pequeños empiezan con cinco años y luego están los medianos y los mayores. En total son más de 40 alumnos.

—Hay interés por el teatro entre los jóvenes...
—Esto del teatro es muy sacrificado. Este grupo es de 15 a 25 años y los que están trabajan todos los fines de semana. Por la mañana están con Elena Prokhorova, que es la profesora de canto y que es una parte muy importante del grupo; luego están conmigo haciendo teatro. Cuando estamos con las obras y el baile ensayamos sábado por la tarde y domingos y para el Buero también los viernes. Hay que tener muchas ganas y vale la pena, el teatro es una herramienta muy buena para aprender a vivir.