La ciudad de Eivissa se fue llenando a lo largo de la mañana de discos y sobres. g Fotos: SERGIO G. CAÑIZARES | (c) Sergio G. Canizares

El cantautor vallisoletano afincado en Eivissa Iván Doménech se propuso ayer revolucionar Vila con una innovadora campaña de promoción de su nuevo disco, No esperaré, y viendo el resultado se puede decir de forma categórica que lo consiguió.

A priori la idea era sencilla: Ir dejando en distintos lugares de la ciudad 25 ejemplares que incluían un sobre sorpresa y una original púa de guitarra para que cualquiera lo pudiera coger y disfrutar de él de forma gratuita. Y a pesar de que a la gente le costó un poco entrar en calor por aquello del «me estarán grabando» o «aquí hay gato encerrado» finalmente consiguió su objetivo de que los ciudadanos se llevaran a casa su tercer trabajo en solitario. «En el mundo del marketing parece que está todo inventado pero creo que con esta iniciativa podemos dar un paso más y sin gastarnos prácticamente un euro», bromeaba el propio cantante mientras esperaba agazapado a que alguien se llevara su disco.

El grupo de agraciados fueron de lo más variopinto. Desde Joaquín, un turista granadino de cierta edad que al descansar en un banco de la avenida Bartomeu Rosselló se encontró con el disco sin saber muy bien que hacer con él, hasta Xesca, que a pesar de las reticencias de su madre decidió coger un ejemplar colgado de un árbol frente a una tienda de ropa. «He visto en un programa de televisión que en Nueva York dejaban sobres con dinero para demostrar cómo somos de avariciosos y por eso le decía a mi hija que ni se le ocurriera cogerlo», explicaba muy seria Rosario. Afortunadamente, su hija no le hizo caso y se llevó encantada su cd «Me ha parecido una de las iniciativas más originales que he visto en Eivissa en los últimos tiempos y ahora sólo falta que nos regales entradas», le aseguró luego en persona al propio cantautor vallisoletano.

Además, otros muchos fans de Iván Doménech fueron siguiendo las pistas que el artista iba dejando cada cierto tiempo en las redes sociales aunque esto último no tuvo tanto encanto. «He ido colgando fotos pero lo bonito es ver la cara de sorpresa de la gente cuando se encuentra con un disco y un sobre sin saber de qué va el tema», concluyó el promotor de la idea.