Luis del Olmo, en una imagen de archivo.

Luis del Olmo protagoniza mañana jueves 24 de julio a las 20,00 horas en el Palacio de Congresos de Santa Eulària una mesa redonda, abierta al público, en la que abordará ‘La Radio de mi Vida’. Una charla que servirá, además, para debatir sobre el futuro del periodismo y el periodismo del futuro, así como la evolución de los medios de comunicación en las últimas décadas. Junto a él, en esta conferencia en la que repasará su trayectoria profesional, anécdotas y pasiones, se sentarán las periodistas Marta Jiménez y Montse Monsalve de Imam Comunicación, agencia que este 2014 cumple diez años, y el director y el jefe de redacción del PERIODICO de IBIZA Y FORMENTERA, Juan Mestre y Rafael Gallego.

—Usted está considerado una de las grandes ‘instituciones’ periodísticas de España, con más de 50 años de experiencia ante los micrófonos de distintas emisoras de radio, desde las cuáles ha dirigido y presentado el programa radiofónico ‘Protagonistas’, el más longevo en la historia de la radio española, con más de 12.000 programas. ¿Cómo define la radio de su vida?

—Es una radio encendida, caliente, apasionada. Es la radio de la palabra viva y activa, que comunica y congrega. Es la radio que se convierte en punto de encuentro, en mesa de diálogo, en centro de consulta. No es una radio de sermones ni arengas, no es una radio de consignas y propaganda, no es portavoz del mejor postor. Todo lo contrario, es una radio de doble dirección, donde gracias a la participación, el oyente se hace oír, y la radio aprende a escuchar.

—¿Qué se siente cuando se sabe que a uno lo estudian en todas las universidades de periodismo de España, y de fuera de nuestras fronteras?

—Cuando me lo dicen, no me lo acabo de creer, y suelo responder que se han pasado de frenada. Pero miro para atrás, y todavía me pregunto cómo ha conseguido ‘Protagonistas’ seguir en antena tantos años. La única respuesta la tienen los oyentes. Ellos tuvieron paciencia y comprensión ante los errores y ‘Protagonistas’ lo compensó con entusiasmo. La clave está en hacer el programa número once mil con la misma ilusión de la primera vez. Acumular presentes, o como diría el viejo romano, "agarrar el día". Eso es la radio, quien lo probó, lo sabe.

—Leonés convencido, es de esos que enarbolan su tierra allá donde va, de hecho ha institucionalizado usted "el botilo" en los premios Protagonistas de los que es anfitrión desde 1997. ¿Qué significa este acto y su gastronomía para usted?

—Los premios fueron una forma de mirar atrás y recordar lo que significó el año, para un programa de radio cotidiano, haciendo un homenaje a los personajes que tuvieron protagonismo en sus respectivos sectores. La fiesta del botillo fue la fiesta de las 3 b: botillo, bierzo y Barcelona. Yo tengo en Barcelona mi patria chica, es la tierra de mis hijos y mis nietos, y me empeñé en que el Botillo del Bierzo también tuviera la b de Barcelona. Creo que lo conseguí.

—La voz de Luis del Olmo es de esas que todos conocemos pero cuando usted comenzó en la radio no la tenía tan grave, de hecho, comenzó a fumar buscando un cambio de tono, ¿no es así?

—La verdad es que no. Mi voz se fue haciendo más grave con el tiempo de una forma natural, y mis pulmones me lo agradecieron. No es el tabaco lo que te hace ganar en tonos graves, sino los años.