Escena del primer acto de la ópera ‘Carmen’ de Bizet, ayer en el Centro Cultural de Jesús. | (c) Sergio G. Canizares

El VIII Festival de Ópera de Eivissa se estrenó ayer bajo una gran afluencia de público, tanto, que tuvieron que poner filas extra con sillas de plástico para que todo el mundo pudiera disfrutar de la ópera ‘Carmen’ de Bizet, cuya puesta en escena fue a cargo del organizador del festival, Armin Heinemann.

Nueve meses de preparación ha costado escenificar esta obra, «la más importante de todo el repertorio operístico», para Heinemann. Desde enero, el director ha analizado el texto, la música y «con esto y tu imaginación lo pones sobre el escenario. Es un trabajo enorme que requiere de mucho tiempo y por eso mucha gente no lo hace. Yo me lo puedo permitir porque tengo nueve meses y es la única obra que hago al año», explicó.

Heinemann aseguró que no le fue difícil escenificar esta ópera porque trata temas muy «universales». El personaje principal, Carmen, es una mujer totalmente sentimental, que quiere vivir sus instintos y emociones. Este personaje choca con las convenciones sociales y la libertad de los demás, una dicotomía que Heinemann cree que es muy actual, «se trata de los límites de la libertad de cada persona. Carmen quiere vivir su vida y José, su pareja, sólo quiere llevar una vida sencilla con su amante. Los dos personajes chocan creando así una tensión continua encima del escenario», explicó el director, una tensión que «es muy difícil de mantener y plasmar», manifestó.

Con una espectacular puesta en escena, el trabajo de Heinemann culpió a los espectadores. Una labor que se ha visto dificultada por el hecho de que estrenaban auditorio. «Siempre hay complicaciones cuando cambias de sitio, y aquí nos hemos encontrado que el centro no estaba terminado», explicó Heinemann. «Se sobrepuso esta dificultad de terminar la construcción del centro con el hecho de estar en un nuevo escenario y organizar todas las personas de la obra», dijo, sin embargo para el director este hecho, supuso un reto y «a mi me gustan los retos, me enriquecen, además ha sido un gran honor estrenar el centro cultural de Jesús», concluyó.