La joven valenciana Agnès Ricart expone en la Sala Municipal de Exposiciones.

La Sala Municipal de Exposiciones de Formentera acoge hasta el próximo sábado día 27 de septiembre la muestra titulada Aigua de la pintora valenciana Agnès Ricart.

Se trata de una serie de cuadros al óleo y de dibujos en lápiz de grafito y acuarela de muy pequeño formato inspiradas en las distintas estancias de la artista en la menor de las Pitiüses y relacionadas «con una necesidad personal ligada al resguardo de la intimidad».

Además, en todas estas obras, algunas elaboradas sobre madera y otras sobre papel, aparecen diminutas figuras humanas que se bañan y parecen disfrutar de las aguas mediterráneas como homenaje, según la propia Agnès Ricart, a su relación «personal» con el elemento agua «desde que era pequeña».

La artista valenciana estudió la carrera de Bellas Artes, realizó una serie de másters y mientras prepara su doctorado ha expuesto su obra de forma individual y colectiva y confesó a este periódico que se muestra «encantada» con la recepción por parte del público que visita su trabajo en Formentera.

Acuarelas

Otra visita obligada, en esta ocasión hasta el próximo viernes 26 de este mismo mes de septiembre es la exposición de acuarelas de la pintora italiana, afincada en Formentera desde hace tres años, Giuliana Pongiglione y que se puede visitar de diez de la mañana a dos de la tarde en la Sala de Arte de La Caixa, en Sant Francesc Xavier.

La muestra recoge un total de 45 cuadros elaborados en diferentes formatos y que tienen como elementos comunes el mar, los barcos y la naturaleza de la Pitiüsa menor tratados a través de una técnica muy refinada.

Pongiglione, nacida en la localidad italiana de Liguria, dejó durante un largo tiempo la pintura para dedicarse al negocio inmobiliario y a la compraventa de objetos de arte, aunque cuando se instaló en Formentera decidió retomar su vena artística.

En los cinco meses al año que Giuliana Pongiglione pasa en la isla buena parte de su tiempo lo dedica a recoger con una cámara de fotos intantáneas de barcos, playas y bosques que luego convierte en unos cuadros que no dejan indiferentes al espectador.

Para sus creaciones suele echar mano de la acuarela, un elemento con el le agrada mucho trabajar porque «permite una gama de colores que facilitan exprimir sentimientos inmediatos a través del uso del agua» y porque le permite crear cuadros de menor tamaño que los óleos que posteriormente realiza cuando regresa a Italia.