El diner de Pere de Portugal que en una de sus caras muestra las armas portuguesas y en la otra, las barras catalanas. También la inscripción «senyor de Mallorca». | Redacción Digital

«Como nos dijeron que había poco dinero, en el museo decidimos pedir que compraran la moneda de Pere de Portugal (1232 -1244) porque es única y porque tiene una gran importancia documental, queríamos asegurarnos de que, al menos, nos comprarían esa». Así se explica Joana Maria Palou, directora del Museu de Mallorca, sobre el destino de los nueve lotes adquiridos por el Estado en subasta, el pasado 27 de noviembre, de una colección de monedas acuñadas en Mallorca que salió a la venta en la casa barcelonesa Aureo & Calicó. El Boletín Oficial del Estado (BOE) acaba de publicar que del total de monedas adquiridas, solo cuatro formarán parte del patrimonio de Balears. El resto se las queda el Museo Arqueológico Nacional.

Según el BOE del pasado día 26, el Ministerio de Educación y Cultura ordena el pago de 55.000 euros a Aureo y Calicó por la compra de la denominada moneda de Pere de Portugal, «senyor de Mallorca», como está escrito en la misma, y que «se deposite y asigne al Museu de Mallorca, de titularidad estatal, que debe proceder a su inclusión en el inventario del patrimonio propiedad del Estado que allí se custodia». Este diner, como se denomina la moneda, que es de oro, ya se encuentra en el citado museo desde hace semanas.

De su importancia histórica habla Palou al explicar que el citado Pere «fue un personaje especial y desgraciado que pasó unos años en aquí, adonde fue enviado en funciones de gobernador» en el siglo XIII. Parece que pidió permiso para acuñar moneda y que le fue denegado, y «las noticias son que lo hizo por su cuenta». Estos datos se conocían «documentalmente», pero la existencia de esta moneda «única lo constata». El diner lleva grabadas las armas de Portugal en una cara, y las barras de Catalunya en la otra. Además está agujereada, lo que da muestras de que «debía ir bien sujeta». La colección de monedas locales del museo, añade Palou, está más desprovista en cuanto a la «serie mallorquina», a la que pertenece un ral d’or del rey Jaume III, una de las cinco que el Estado compró para el Arqueológico Nacional. El resto de las que se quedan en la capital son tres plomos romanos procedentes de Mallorca y un didracma ibicenco. Para el Museu Arqueològic d’Eivissa i Formentera, también de titularidad estatal, se adquirieron tres piezas, dos ibicencas.

Cabe recordar que esta colección numismática pertenecía a un particular mallorquín que, en primera instancia, la había ofrecido a instituciones públicas y privadas, que no se interesaron por ella.