Encontrados en una excavación arqueológica en el año 2006 sobre una antigua cisterna de la calle Santa Maria, en Dalt Vila, los materiales hallados entonces han sido este verano clasificados por los dos estudiantes becados durante 300 horas en el Taller de Arqueología del Ayuntamiento de Eivissa.

Los objetos más destacados son platos y jarras de cerámica de época medieval y cristiana, fabricados entre los siglos XIV y XV aunque también se han hallado monedas de diferentes épocas: una correspondiente al reinado de Felipe II, del siglo XVI, y otra de la Primera República, del año 1870, como explicó el becario Carles Xaudiera, quien junto a su compañera ha realizado el lavado previo de los restos, la ordenación y clasificación del material, así como su datación en el contexto histórico.

Según explicó ayer durante la presentación de los restos Rosa Gurrea, técnica de Patrimoni del Consistorio, los materiales encontrados estaban el interior de una cisterna de época púnica, cuando la calle de Santa Maria formaba parte de un barrio urbano antes de la construcción de las murallas medievales que dejaron la calle extramuros y el barrio desapareció como tal. A partir de ese momento, se convirtió en una zona donde se vertían escombros y restos, por lo que se han encontrado también huesos de animales, principalmente de vacas, cabras y ovejas.

Huesos de animales

Entre los restos óseos, según explicó la becaria Celia Díez, se han encontrado huesos de cráneo, mandíbula, miembros superiores e inferiores y de la columna vertebral, también de perros y gatos, un hecho poco común dado que en los yacimientos se suelen encontrar solo animales de consumo.

La arqueóloga Nines Martín destacó la importancia del hallazgo de los restos cerámicos porque «no es fácil dar con ellos en Ibiza, sobre todo con una cronología tan precisa», que data desde el año 1235, año de la conquista catalana de las Pitiusas. «Lo que nos dicen estos restos es que Ibiza participa de las modas y corrientes de cerámica que se dan en la península y, sobre todo, en el Mediterráneo y que tienen como foco de producción las localidades valencianas de Paterna y Manises», explicó la arqueóloga.

El concejal de Patrimoni de Vila, Pep Tur, destacó durante la presentación de los restos que el programa de becas del Ayuntamiento «da la oportunidad a jóvenes arqueólogos de trabajar sobre el material y, a la vez, tiene también su beneficio para el Consistorio». «En Ibiza sabemos que cuando se levanta una piedra aparecen restos arqueológicos y esto genera una cantidad de material muy importante», señaló.