El día que Juan Bonet decidió abrir por primera vez en 1916 las puertas de su sombrerería en Ibiza, casi con toda seguridad, nunca llegó a imaginar que 100 años después dicho establecimiento seguiría siendo un próspero negocio regentado por su familia ni que se acabaría convirtiéndose en uno de las empresas más longevas de la ciudad, lo que le valió el pasado año el reconocimiento público de ser premiada con la Medalla de Oro del ayuntamiento de Vila.
Por tal razón, la familia Bonet, en honor a su abuelo y como homenaje al siglo que se cumple desde su fundación el próximo 10 de noviembre, organizó en la tarde de ayer una emotiva fiesta de aniversario que quisieron compartir con amigos, vecinos y con todos aquellos ciudadanos que casualmente pasaron por la popular sombrerería de la céntrica esquina de las calles Comte del Roselló y Bisbe Azara.
De este modo, la familia Bonet ofreció a los presentes una memorable fiesta de centenario como merecía la ocasión, en la que no faltó ni la comida, ni la bebida ni la buena música que interpretaron en directo los cinco integrantes de la Ibiza Jazz Band.

Virginia Bonet, nieta del fundador y la actual regidora de la sombrerería, se mostró visiblemente emocionada por la efeméride y expresó su satisfacción destacando que «las sensaciones son muchas para toda la familia porque creo que después de un siglo de existencia hoy seguimos abriendo cada mañana las puertas de la sombrerería con la misma ilusión y con las mismas ganas que el primer día que abrió mi abuelo la tienda». Asimismo, Virginia, como parte de la tercera generación de la familia al frente de la sombrerería, puntualizó que «hace 30 años que yo llevo la tienda y puedo decir que nos sentimos muy queridos por los vecinos del barrio. La gente nos conoce y eso hace las cosas hace más fáciles para nosotros porque así no cuesta tanto seguir adelante, es un trabajo que hacemos con mucho gusto y que queremos continuar haciendo durante mucho tiempo».

Así las cosas, durante unas horas, los aledaños de la sombrerería Bonet se convirtieron en la tarde de ayer en un improvisado punto de encuentro para una gran cantidad de invitados, visitantes y de curiosos que se fueron congregando con sorpresa atraídos por el ambiente festivo de una celebración en la que los Bonet quisieron que fueran sus invitados de excepción, haciéndoles también protagonistas de un histórico momento de felicidad como tributo a una sombrerería que ha sabido ganarse el cariño y el respeto de sus clientes durante cuatro generaciones de forma ininterrumpida. La fiesta contó con la asistencia del alcalde de Vila, Rafa Ruiz, y del teniente de alcalde de Benestar Social, Joan Ribas, entre otros representantes municipales.