La asociación de voluntarios instaló puestos de venta para sufragar los gastos que supone rescatar y cuidar a los animales antes de ser dados en adopción. | Toni Escobar

Marc es un joven podenco muy bien educado. Morena y Calcetines son dos border collies algo más inquietos, pero muy nobles, y Oliver es una mezcla de dálmata tan simpático como juguetón. A todos ellos los abandonaron, o algo peor, antes incluso de cumplir el año. Ahora buscan dueños responsables con quienes disfrutar y, sobre todo, que no les maltraten ni renuncien a su cuidado a las primeras de cambio.
Como ellos, hay una docena de perros y otros tantos gatitos que esperan ser adoptados a través de RqueR Adoptando en Ibiza. La asociación, que aspira a tener refugio propio, celebró ayer su tercera jornada de adopción responsable en el Passeig de ses Fonts de Sant Antoni, donde se instalaron nueve puestos de venta de artículos artesanales y otros dedicados a los animales de compañía para sufragar gastos.
Además de amigos y familias que acudieron con sus perros, hubo varios interesados en adoptar, aunque deberán superar un exhaustivo proceso por parte de la asociación que pretende garantizar precisamente esa adopción responsable.

Como explica la presidenta de RqueR, Raquel Muñoz, primero se envía por correo un cuestionario; a continuación un contrato de responsabilidad que compromete al adoptante a no maltratar ni abandonar al animal; y además la asociación visita el domicilio del interesado para analizar cuál de los perros en adopción puede adaptarse mejor al medio. El siguiente paso es acudir al veterinario, donde se entrega al animal vacunado, desparasitado, con pasaporte y chip a cambio de un donativo que asciende a 75 euros. «Por desgracia en Ibiza sigue habiendo muchísimos abandonos», denuncia Muñoz.