El profesor de la Universitat de les Illes Balears (UIB) Manuel Calvo Trias, ayer en Ibiza. | Toni Escobar

El Museu Monogràfic i Necròpolis Púnica Puig des Molins arrancó ayer sus XXXI Jornadas de Arqueología Feniciopúnica que este año versan sobre La presencia punicoebusitana en las Balearides reexaminada: un estado de la cuestión.

El director del museo, Benjamín Costa, aseguró que «después de tantos años no es fácil ya encontrar temas originales, pero pensamos que una revisión de la visión que la investigación nos ofrece hoy en día sobre la presencia de los púnicos de Ibiza en las Baleares podría ser un tema de interés».

El motivo, según Costa es que «sobre todo en los años 70 y 80 del siglo XX hubo un cierto boom en las investigaciones que empezaron a detectar que la presencia de los púnicos de Ibiza en Mallorca y Menorca había sido mucho más amplia y profunda de lo que se había creído inicialmente».

En aquellos años, las ánforas de Ibiza se comenzaron a identificar bien y a la vez «se fue detectando que en todos los poblados había presencia de estas piezas y en alguno de ellos de manera bastante abrumadora». De ahí que se intensificaran las investigaciones, «incluso se llegó a detectar un islote frente a la costa del sur de Mallorca, na Guardis, donde hubo los púnicos de Ibiza llegaron a fundar un verdadero asentamiento para tener un contacto permanente con las comunidades de Mallorca y Menorca».

A partir de ahí se desarrolló, según Benjamín Costa, «una visión de la presencia púnica en Mallorca muy unilateral. Como que llegaban los púnicos con una cultura superior a culturizar de alguna manera a las comunidades indígenas de Mallorca y Menorca».

Sin embargo, las investigaciones de estas últimas décadas «están demostrando que la cosa no fue tan sencilla y que el proceso tuvo muchos más matices de lo que se pudo pensar inicialmente. Y sobre todo que el papel de los indígenas no fue meramente de receptores pasivos, sino que hubo espacios de hibridación y dinámicas que se desarrollaron a partir del contacto de estas comunidades. Ese el tema fundamental de estas jornadas», dijo el director del museo.

La primera de las conferencias la ofreció ayer el profesor titular de Arqueología, Prehistoria y Gestión del Patrimonio Arqueológico de la Universitat de les Illes Balears, Manuel Calvo Trias quien mostró un análisis en retrospectiva de cómo han sido los estudios y los conocimientos adquiridos sobre los contactos entre las comunidades púnicas y las talayóticas de Mallorca y Menorca en los últimos 100 años. Un punto de partida como perspectiva de las nuevas líneas de investigación que han ido surgiendo y de los diferentes planteamientos que se están aplicando ahora.

Calvo Trias explicó «cómo en cada época esta relación entre púnicos y talayóticos se ha interpretado de diferente manera hasta llegar a la situación actual donde han surgido nuevas hipótesis». Al parecer, ya no preocupa tanto saber si estaban en contacto estas comunidades, sino que se intenta entender cómo se desarrollaron estas relaciones.

Ese trabajo se hace hoy a través de diferentes análisis que están reflejando que «no había a nivel cuantitativo tantas relaciones como se creía, pero eso no significa que la calidad y finalidad de estas relaciones no fuese muy importante para las comunidades talayóticas», indicó el profesor de la UIB.