María Torres, la cocinera de la salsa de Nadal que triunfó entre las personas que se acercaron a Can Ventosa. | Toni Escobar

Contra viento y marea, la edición navideña de Feim Barri que estaba programada en la plaza de es Pratet pudo celebrarse ayer con normalidad pese al cambio de ubicación de última hora como consecuencia del temporal. La explanada enfrente de Can Ventosa fue el lugar elegido para resguardarse del viento donde se montaron finalmente los diferentes talleres para hacer galletas infantiles, cartas a los Reyes Magos o adornos navideños.

Pero, sin duda, la mesa que ofrecía la tradicional salsa de Nadal y su acompañante inseparable, el bescuit, fue la más visitada por gente de todas las edades que repetían más de una vez la degustación porque, como decían algunos, «un chupito sabe a poco». Una receta ancestral cien por cien ibicenca que, por ejemplo, Noa, de 13 años, toma cada año a pesar de que no sabe prepararla. «Siempre la tomo aunque no sé muy bien cómo se hace. Solo sé que hay que hacer caldo de pollo y que se tarda mucho en hacerla», señaló.

Y mientras los mayores se rendían a los sabores de la Navidad, los más pequeños disfrutaron de ‘El show de la Navidad’ de Cachirulo y sus amigos, repleto de niños que miraban con la boca abierta la actuación de su payaso preferido.

Muy solicitado estuvo también Papá Noel, que recibió ayer un saco de cartas llenos de deseos «muy tecnológicos». «Me pongo muy triste porque los niños solo piden Play Stations y Ipads. Solo un niño me ha pedido que reparta regalos entre la gente pobre», explicó.

La concejala de Participació Ciutadana de Vila, Carmen Boned, celebró la alta participación del Feim Barri, Feim Nadal y adelantó que la próxima cita será en Platja d’en Bossa y estará dedicado a la alimentación y el deporte tras el año nuevo.