El espíritu de la Flower Power se desplegó el sábado en las calles de Sant Antoni, que recibieron la vista de cientos de personas inoculadas por el espíritu hippy e hicieron suyo el lema de ‘paz y amor’.

A pesar de las bajas temperaturas registradas, especialmente por la noche, el mercurio fue subiendo a medida que pasaron las horas en la carpa municipal situada en el Passeig de Ses Fonts y en los locales de alrededor que se quisieron sumar a una de las fiestas más divertidas del invierno.

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El público acudió, un año más, entregado a la Flower Power con disfraces y pelucas que emulaban el atuendo de los hippies que poblaron la isla de Ibiza a partir de la década de los setenta. Animados por la música pachanguera y las actuaciones en directo, las personas que acudieron bailaron sin parar los temas de los 70, 80 y 90 que sonaron hasta la madrugada en el centro del pueblo.

La intención de este año era que espíritu de la Flower invadiera toda la localidad. Por eso, diferentes bares y restaurantes quisieron sumarse a este clásico de Sant Antoni y ofrecieron menús especiales ‘Flower Power’ para animar a su clientela a quemar después calorías en la pista de baile.

Los más pequeños de Sant Antoni también tuvieron ocasión de disfrutar de su particular ‘Flower’ por la tarde, con sendas fiestas dirigidas a niños y adolescentes que también desempolvaron del armario su ropa más hippie para sumarse a la divertida fiesta.