El desfile de moda que organizó el domingo por la noche la modelo Laura Ferrer para honrar la memoria de su madre, Lali, fallecida en 2011 a causa del cáncer, y ayudar a la Asociación Española contra el Cáncer no pudo salir mejor. El Palau de Congressos se llenó, la gala conducida por el cantante Joaquín Garli y la periodista Mónica Marí resultó amena y divertida incluso en los peligrosos momentos de las rifas en directo. La actuación de las niñas del Club de Gimnasia Artística Peña Deportiva fue de un gran nivel y las colecciones de los 14 diseñadores participantes coloridas, amenas y hasta emocionantes. Incluso, la función del dj Rubens resultó sobresaliente. Mejor imposible.

Y todo por una buena causa. La de la lucha contra esta maldita enfermedad que afecta a prácticamente todo el mundo. Y es que como dijeron los dos presentadores al abrir la gala, «todos debemos aportar nuestro granito de arena porque se trata de una enfermedad que nos necesita tanto a nosotros como vosotros». Por ello, iniciativas como las de Ferrer son dignas de elogio así como la aportación de los casi cien patrocinadores, incluyendo dos, el Ayuntamiento de Santa Eulària y la Fundación Abel Matutes, que permitieron que prácticamente todo lo recaudado con los 10 euros de la entrada y el dinero de las rifas se destine a la Asociación Española Contra el Cáncer.

Además, nada hubiera sido posible sin el compromiso de 14 diseñadores que trabajan en Ibiza. Todos ellos mostraron sus espectaculares diseños, todos muy variados, y demostraron no guardarse nada tomándose esta pasarela muy en serio. La primera en abrir el fuego fue Marisa Cela, que llenó el escenario con el rosa de sus vestidos combinados con chaquetas roqueras de cuero negro, en una clara referencia al color que asocia la lucha contra el cáncer de mama, y tras ella la siguieron María Ferrer, que para su debut en una pasarela de moda tras una década trabajando en Las Dalias optó por unos vestidos blancos muy Adlib clásicos para adultos y niños, cuya presencia y desparpajo emocionaron a más de uno. Y Nanou Couture con sus diseños de moda ecológica y sostenible muy ponible en el día a día con estampados naturales y colores claros.

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El siguiente paso fue la rifa de los regalos aportados por los patrocinadores. Tal vez fue el momento más delicado de la gala dada la gran cantidad de obsequios que se ofrecían, incluyendo cenas, desayunos, cremas y hasta marcos de espejos. Afortunadamente Joaquín Garli hizo leer los números a buena parte del público presente en el Palau de Congressos, incluyendo a un servidor y a nuestro fotógrafo Daniel Espinosa, y tirando de desparpajo y bromas (inolvidable la del fuet y el jamón para la cara), consiguió que la cosa no se hiciera demasiado tediosa.

Superado el compromiso, llegó Isabel Castellar con una colección titulada Life en distintos colores, incluyendo el negro «como reflejo del dolor y el susto con el que recibes la primera noticia de la enfermedad»; Piluca Bayarri, que además de presentar su colección Isla blanca de algodón volvió a mostrar la falda compuesta por 25 metros de tela y swarowski con la que cerró el desfile de la Pasarela Adlib del año pasado; la diseñadora de Formentera Eva Cardona con sus vestidos de ceremonia y los de su primera colección de vestidos de comunión, titulada Petit Julieta; Usuhaïa, Virginia Vald, la sensualidad de la marca de bikinis brasileña Princess Rio Bikinis, Binky Boo Boo, Ibimoda, Original T, Woman Story Ibiza y Charo Ruiz para completar una gala inolvidable en el Palau de Congressos.

Una gala que además, tuvo el privilegio de ver cantar en directo al cantante y compositor ibicenco Joaquín Garli. El creador de musicales y finalista de La Voz, deleitó a los presentes cantando junto a su pareja, Nathalie Roig, bajo y vocalista de Sequoia Tree, dos temas que formarán parte de su primer disco que pretende sacar dentro de muy poco: Sin techo y Morriña.