Rafael Català i Dalmau, hijo de Pere Català i Roca, junto a las fotografías de su padre que se pueden ver en la exposición.

Este viernes se inauguró la exposición de fotografías de Pere Català i Roca Viatges a Eivissa en la sala Walter Benjamín del centro cultural Sa Punta des Molí de Sant Antoni.

Esta muestra está organizada por el Arxiu d’Imatge i So del Consell Insular d’Eivissa, en colaboración con el Ayuntamiento de Sant Antoni, y recoge un centenar de imágenes de este fotógrafo catalán que nació en Valls en 1923 y murió en Barcelona en 2009 y que, entre otros galardones, consiguió el premio Ciudad de Barcelona de fotografía en 1954 y la Creu de Sant Jordi en 1985. Dicha exposición está basada en el libro que, bajo el mismo título, publicó en el año 2016 la editorial Mediterrània Eivissa. Un volumen que fue documentado por el historiador ibicenco Vicent Marí Costa, autor de los textos que acompañan cada imagen, y con un prólogo de su hijo Rafael Catalán y Dalmau.

La directora del Arxiu d’imatge i so, Lina Sansano, encargó a un estudio profesional el escaneo de los antiguos negativos, la mayoría de ellos placas de vidrio o albúmina en alta resolución con un mínimo de retoque o restauración de imágenes, allí donde era imprescindible. Después, para esta exposición se han seleccionado un centenar de ellas, en blanco y negro, en formato de 40x50 centímetros.

Sansano explicó a PERIODICO de IBIZA Y FORMENTERA que «esta muestra despierta el interés tanto de la gente que se acuerda de una forma nostálgica y romántica de la isla a pesar de la dureza de aquellos años y de la gente joven que se sorprende de lo que ha cambiado Ibiza y como despierta su indignación ante la realidad». Por ello confirmó que debido a este interés cultural «la muestra se hará de forma itinerante por diversos municipios de la isla».

Presencia de su hijo

Junto a Lina Sansano también acudió a la inauguración el hijo de Pere Català i Roca, Rafael Català i Dalmau, quién explicó a este periódico que su padre «era un gran aficionado a las excursiones, le gustaba la fotografía y la historia y que todo ello junto con sus grandes inquietudes le llevó hasta la isla de Ibiza en 1948 y 1950 y 1951 ya que el acceso a los Pirineos era difícil por los maquis y al extranjero por los impedimentos de la moneda y los pases».

A parte de su labor fotográfica, en Ibiza Pere contacta con Isidor Marí, Marià Villangómez y Joan Castelló Guasch, con los que mantendrá amistad y correspondencia durante el resto de su vida. También conoció a Nito Verdera debido al estudio de la figura de Colón y al también fotógrafo Josep M. Subirà. Precisamente su última instancia en Ibiza fue con motivo de un simposio sobre Colón en el 2006. «Ibiza es la primera gran experiencia de conocimiento de un territorio que le sirve de bagaje de cara al viaje a l’Alguer y aquí fotografía el patrimonio urbano y natural, las tradiciones, pero sobre todo el alma de las personas», resumió Rafael Català i Dalmau. Además, según su hijo, «Ibiza representa el punto de encuentro de la cultura popular con la académica, idea que siempre muy presente».