Acompañado de su novia, la pelirroja Ellie Bamber, el actor nacido en la localidad escocesa de Elderslie hace 31 años consiguió pasar completamente desapercibido simulando ser uno de sus muchos compatriotas que año tras año vienen a disfrutar de las costas y las playas de Ibiza. Incluso, como aseguran algunas de las revistas especializadas, «no le vendría mal que le diera algo más de sol a su piel».
Además, junto a un grupo de amigos muy cercanos, estuvo tomando algo en un conocido chiringuito de la playa de Ses Salines. Allí, ataviado con un sencillo polo azul, un pantalón corto blanco y unas gafas de sol, no paró de bromear y jugar con sus acompañantes. Además, y sin importarle la cercana presencia de fotógrafos en la zona, no dudó en dedicarle besos, abrazos y caricias a su pareja, también británica, modelo y actriz en la película Orgullo y prejuicio y zombies, y once años más jóven que él.
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