La polémica que se vive entre el Consell d’Eivissa, el Ayuntamiento de Santa Eulària y los ciudadanos de Jesús con motivo del retablo gótico de la iglesia de este pueblo vivió ayer un nuevo y sorprendente episodio. Si hace apenas unos días estaba prevista la inauguración de una exposición con tres piezas del retablo en el Centro Cultural Sa Nostra, perteneciente a la máxima institución insular, primero el lunes y después ayer por la mañana ésta se pospuso al menos hasta el próximo 31 de octubre.

Los motivos de dicha decisión las explicó el conseller de Cultura i Patrimoni, David Ribas, en una improvisada rueda de prensa en la puerta de su despacho en la tercera planta del Consell y ninguna parece muy convincente teniendo en cuenta que en el último pleno de esta institución, celebrado el 29 de septiembre, aseguró literalmente que si la exposición finalmente no se celebraba sería «por la actitud irresponsable del Partido Popular y el Ayuntamiento de Santa Eulària». Ahora parece que todo ha cambiado ya que según aseguró el conseller «durante estos últimos días el equipo encargado de montar la muestra ha reparado que la sala no cuenta con unas condiciones de humedad que puedan garantizar al cien por cien la correcta conservación de las piezas a exponer», creadas por los pintores valencianos de finales del siglo XV y principios del XVI Rodrigo de Osona y su hijo Francisco. «El Instituto del Patrimonio Cultural de España exige unos requisitos muy escrupulosos para saber si la sala cuenta con las condiciones de temperatura y humedad necesarias y aunque las primeras las cumplimos sin problemas, con respecto a las segundas hemos notado unas ligeras alteraciones que pueden poner en peligro el retablo y, por eso y por responsabilidad, hemos decidido dar un giro a nuestra idea actual», explicó Ribas sin responder con claridad a por qué esos datos no se habían registrado durante los meses previos.

Por ello se ha tenido que cancelar a última hora el contrato que se había firmado con una empresa de Palma especialista en traslados de esta envergadura y optar por un plan B. Un plan que consiste en que la exposición prevista para Sa Nostra Sala esté compuesta por tres piezas que no son las originales sino copias. Para ello, un restaurador «de reconocido prestigio» realizará primero unas fotografías de las obras en cuestión y posteriormente llevará a cabo una minuciosa reconstrucción que podrá estar lista, según Ribas, para el día 31 de octubre.

Estas piezas formarán parte de una de las dos partes en las que estará dividida la muestra. La otra estará en la iglesia de Jesús y consistirá según David Ribas en unos paneles en los que se explicarán los trabajos realizados, la historia del retablo y las partes en las que está compuesto. «Estará concebida como una exposición muy movible y transportable que en un principio estará en la nave principal pero que luego, durante los días de liturgia, pueda ser trasladada hasta donde sea necesario, y en ella se explicará una amplia variedad de temas de forma sencilla y didáctica», resumió el conseller. Sin embargo, esta segunda parte no se inaugurará al mismo tiempo que la de Sa Nostra ya que habrá que esperar a que estén terminadas las obras que se están realizado en el templo y que, según Ribas, están únicamente pendientes de un informe sobre unas pinturas murales por parte de la comisión de Patrimonio del Ayuntamiento de Santa Eulària y un problema eléctrico de última hora.

Por su parte, para ver ya instalado el retablo en la iglesia de Jesús aún habrá que esperar. En este sentido, el máximo responsable insular de Cultura i Patrimoni, aseguró que primero se tiene que terminar de aplicar un pátina que proteja las pinturas, después estabilizar la temperatura que hay en el interior del templo y finalmente, proceder a su instalación en el lugar definitivo. Unos trabajos sobre los que Ribas no quiso dar plazos.

Continúa la polémica

Con la decisión anunciada ayer de emplear copias en lugar de las piezas originales para la exposición de Sa Nostra no se ha terminado la polémica que se ha generado durante los últimos meses entre vecinos de Jesús, Ayuntamiento de Santa Eulària y el Consell d’Eivissa. Y es que si bien Ribas al principio aseguró ayer por la mañana no querer entrar en polémicas y querer sólo tratar «las consideraciones técnicas» que han llevado a su departamento a tomar esta decisión, finalmente no pudo evitar caer en la tentación. «Desgraciadamente durante todo este proceso no todas las instituciones, asociaciones y colectivos han remado en la misma dirección, provocando que se haya perdido una oportunidad única para poder contemplar tablas de tanto valor histórico a pocos centímetros», explicó el conseller. Además, confirmó que «una restauración y unos trabajos de esta envergadura, en los que se ha invertido tanto dinero», - 127.000 euros más los 161.000 que faltan por pagar - «tiene que estar accesible a todos los ciudadanos para que sepan a qué va destinado esa inversión».

A pesar de ello, David Ribas rechazó rotundamente la oportunidad que ha ofrecido el Ayuntamiento de Santa Eulària de que la exposición se realice en el Centro Cultural de Jesús, donde se está procediendo a su restauración, y así evitar posibles daños por su traslado. El responsable de Cultura i Patrimoni se mostró tajante y volvió a asegurar, al igual que hizo en el último pleno del Consell, celebrado el 29 de septiembre, que dicho centro cultural no reúne las condiciones las condiciones de luz, temperatura y humedad idóneas para la correcta conservación de la obra de arte sacro más importante de la isla. Incluso, afirmó que se ha pedido al consistorio de la Villa des Riu unos informes técnicos por parte de sus técnicos sobre los lugares que pudieran ser válidos y que, de momento, no ha obtenido respuesta al respecto. Una comunicación que parece que falla en ambas direcciones puesto que Ribas confirmó que no había comunicado la nueva fecha de la exposición ni que ésta se hiciera con reproducciones alegando «que una cosa son los trabajos de restauración y otra la muestra, cuya decisión corresponde únicamente al Consell d’Eivissa».

Santa Eulària, «sorprendida»

Ante ello, el Ayuntamiento de Santa Eulària remitió ayer un comunicado de prensa en el que aseguró contemplar «con sorpresa» la decisión anunciada ayer por David Ribas. «Estamos sorprendidos por la insistencia en despreciar los sentimientos y deseos de los vecinos del pueblo de Jesús, al que pertenece la obra y que son los primeros deseosos en conocer cómo ha quedado y qué actuaciones se han hecho, y por la total falta de interés por parte del Consell d’Eivissa por conservar debidamente la pieza de arte antiguo más importante que existe en las Pitiusas», se puede leer en el primer párrafo de dicha nota.

Incluso, desde el consistorio que preside Vicent Marí se acusa al Consell d’Eivissa de poner en peligro «piezas originales de gran valor histórico sólo por el deseo de tener bajo su control exclusivo un bien de todos y los frutos de una restauración abordada a partes iguales por la institución insular, el Obispado de Ibiza y Formentera y el Ayuntamiento de Santa Eulària».

Finalmente, desde la Villa des Riu se asegura que al tratarse de reproducciones y no de piezas originales, «ya no hay ningún obstáculo para que la primera exposición sobre el retablo se haga en el centro tal y como han pedido al Consell tanto los obreros de la iglesia como la Asociación de Vecinos». Y en este sentido, el Ayuntamiento, considera «que la iglesia que acoge el retablo es el lugar ideal para hacer cualquier exhibición que tenga relación con él» y que si no, sigue ofreciendo «su cooperación habilitando un espacio en el Centro Cultural de Jesús situado a sólo un centenar de metros del templo, en el mismo centro del pueblo, y no a cuatro kilómetros como quiere el Consell».

El retablo de Jesús, una de las más bellas vírgenes de la iconografía medieval española

El retablo gótico de la iglesia de Jesús está considerada la obra de arte más extraordinaria de las que hay en las iglesias de Ibiza y el rostro de la Virgen del cuerpo central, uno de los más bellos de la iconografía medieval en España. El hecho de que una iglesia modesta albergue una pieza tan importante sigue siendo un misterio, aunque algunos historiadores coinciden en señalar que tal vez fue realizada para otro templo franciscano y acabó siendo enviada a la isla. Es obra de los pintores valencianos Rodrigo de Osona y su hijo Francisco, que la terminaron entre finales del Siglo XV y principios del XVI. Los autores, de tradición hispanoflamenca, la realizaron bajo los cánones del gótico, aunque con algunos elementos del renacimiento.

Tiene una altura de 7,5 metros por 5,10 de ancho y tiene 25 tablas, con una presencia constante de pan de oro. Arranca con una predela con siete tablas en las que se puede ver de izquierda a derecha la Anunciación de María, la Natividad del Señor, la Adoración de los Reyes Magos, la Resurreción de Cristo (en el centro), la Ascensión del Señor, Pentecostés y el Tránsito de María. El cuerpo principal está dividido en tres calles verticales, con dos tablas cada una. La más importante es la central, con una imagen de la Virgen entronizada, con el niño Jesús en los brazos y sobre ella San Francisco de Asís recibiendo los estigmas y, en el ático, la misa de San Gregorio Papa. La parte derecha está ocupada por representaciones de San Marcos Evangelista y un santo franciscano (arriba). A la izquierda, San Pedro Apóstol (abajo) y San Juan Bautista.

Todo el conjunto está enmarcado por una sucesión de tablas pequeñas que, comenzando por abajo a la izquierda y en el sentido de las agujas del reloj, representan a San Sebastián, San Onofre, San Luis de Tolosa, San Vicente Ferrer, San Juan Evangelista, Cristo en Majestad, un santo con hábito dominico, Santa Catalina de Alejandría, San Nicolás de Bari, San Bernardo y San Roque. ◆FUENTE: IBIZA5SENTIDOS.