Ana Vide en una imagen promocional de ‘El corazón de las tinieblas’.

La ibicenca Ana Vide sigue dando pasos agigantados para hacerse un hueco definitivo en el mundo de la interpretación. Sin descuidar su faceta de modelo y su blog Ibiza Rocks Me, esta joven de padre pontevedrés y madre danesa actualmente forma parte del reparto de la obra El corazón de las tinieblas que se representa con gran éxito en Los teatros del Canal de Madrid. De su papel en la obra dirigida por Darío Facal basándose en una novela homónima de Joseph Conrad, de sus sueños y de sus proyectos de futuro nos habla en esta entrevista realizada desde la capital de España.

— ¿Cómo va la experiencia de participar en El corazón en las tinieblas?
—Estoy cumpliendo un sueño. Hice mi primer casting con Darío Facal hace 2 años para una producción en el Teatro Español y ahora estar con él en los Teatros del Canal y con una adaptación de una de las obras literarias más importantes del sigo XX es maravilloso. Darío es uno de los directores españoles más importantes y visionarios de la escena actual y poder trabajar con él y su compañía Metatarso es un lujo. Son una fuente de inspiración diaria.

—¿Qué nos puede contar de tu personaje?
—Es la prometida de Kurtz. Representa el deseo de los europeos de mirar a otro lado sin enfrentarse con la sangrienta realidad y la brutalidad del imperialismo. Desea y necesita creer en la bondad y voluntad civilizadora que impulsó, a nivel propagandístico, la exploración y posterior saqueo de África y por eso elige ignorar las atrocidades de una realidad que intuye para vivir tranquila. De alguna manera, hoy ocurre lo mismo, es más fácil apartar la mirada que mirar de frente. Lo malo es que lo hacemos todos cada día.

—La obra de Conrad está ambientada en el siglo XIX, ¿ha sido complejo preparar su papel?
—Ha sido el proceso más enriquecedor que he vivido como actriz hasta el momento ya que he formado parte del proceso partiendo de cero. Entré en el local de ensayos el primer día y he ido probando y descubriendo la obra. Ir creando con el director, ayudante de dirección, técnico de sonido y luces, escenógrafa, pianista, hacer las pruebas y como siempre dice Darío «ir dejando que las cosas hermosas vayan sucediendo» fue genial.

—¿Cómo es trabajar con Darío Facal?
—Él para mi es mi maestro. Es muy inteligente y sensible y va guiando a los actores para sacar lo mejor de nosotros y encontrar nuestro lugar en la obra. Ha sido un proceso de creación e investigación increíble.

—Parece muy distinto a su papel en El crimen del día de todos los santos... Esto habla muy bien de su capacidad actoral... ¿Qué le gusta más, el terror, la comedia o el drama?
—Me gusta interpretar personajes e historias que me conmuevan. Me gustan los personajes con profundidad, con contradicciones y con una fuerte carga emocional.

—¿Cómo surgió trabajar en teatro?
—El teatro es la base del actor. Ya había hecho pequeñas obras en salas alternativas y con Darío hice mi primer casting hace 2 años y medio y ahora tengo la suerte de estar en dos obras con él. Las cosas llegan cuando tienen que llegar y ahora parece que es mi momento porque tengo una madurez, una actitud y muchos años de trabajo y de formación que se ven reflejados en mi trabajo.

—¿Engancha tanto como dicen para los actores?
—Cuando actúo me siento realizada, me produce felicidad. Estoy en mi lugar. El teatro es comunicación, es una energía muy especial con el escenario, los compañeros y el público. Cada trabajo, cada personaje, es una nueva lección y por eso amo ser actriz.

—¿Qué proyectos tiene de futuro?
—También estoy con una versión de Hamlet protagonizada por 8 mujeres y también dirigida por Facal. Tengo proyectos audiovisuales pero hasta que no se rueden prefiero no comentar nada aunque si que puedo adelantar que uno es con el director ibicenco Héctor Escandell. La vida de actriz es muy imprevisible. Mañana haces un casting, te cogen y la semana que viene puedes empezar un nuevo proyecto. Se vive muy en el presente, muy en el día a día porque de un día para otro la vida cambia. Es complicado hacer planes de futuro.

—¿Es muy difícil abrirse en el camino de la interpretación?
—Hay mucha competencia y es difícil que apuesten por ti si no eres una cara conocida, pero yo soy muy positiva, trabajadora y persistente. Es muy importante estar enfocado, tener buena actitud y ser responsable y comprometido con el trabajo que hacemos. Estoy en continua formación, aprendo cada día y creo que la clave está en encontrar la felicidad en el camino y no buscar sólo resultados. Estar en la búsqueda de un resultado final crea mucha frustración. Esto es una carrera de fondo y hay que intentar ser feliz cada día.

—¿Cine, teatro o moda? Con cual se queda...
—Teatro, cine y televisión. Actuar es mi pasión. Ahora mismo la moda es un complemento a mi trabajo como actriz.

—Si pudiera elegir, ¿con qué director, actor o actriz le gustaría trabajar?
—¡¡¡Uff!!! imposible elegir uno. Hay mucha gente con la que tengo muchas ganas de trabajar y aprender. En teatro seguir trabajando con Darío por supuesto. Me gusta mucho el trabajo de Carlota Ferrer y Pablo Remón. En cine Rodrigo Sorogoyen, Isabel Coixet, Fernando González Molina… Tenemos grandes actores en nuestro país como Luis Tosar, Antonio de la Torre, Raúl Arévalo, Elena Anaya, Cecilia Freire, Adriana Ugarte, Verónica Echegui…

—¿Y una película o una obra de teatro que le hubiera gustado protagonizar?
—Si me pongo a soñar Memorias de África. Quien sabe, igual algún día en versión española (Risas).