Helena Tur en una imagen promocional.

Por fin, después de mucho tiempo esperando y con un estado de alarma provocado por el coronavirus por medio,ayer llegó a las librerías de toda España la novela Mala Sangre de la profesora ibicenca, afincada en Mallorca, Helena Tur.

Esta historia de intriga con asesinatos de niñas en El Bierzo de 1858 ha sido una de las grandes apuestas para esta temporada tan extraña, literariamente hablando, de una editorial tan importante a nivel internacional como Plaza & janés. De hecho, la editorial barcelonesa ha preparado una tirada de 20.000 ejemplares y la novela se está promocionando muchísimos en los portales de internet de las principales librerías españolas.

Sin embargo, la ibicenca, que no es una recién llegada a la literatura tras haber escrito novelas románticas bajo el pseudónimo de Jane Kelde, poesía y comedia negra, sigue teniendo los pies en el suelo. «Soy consciente de la apuesta de Plaza & Janés, pero hay que ir con tranquilidad porque no todas las apuestas literarias funcionan», explicó hace unos meses en una entrevista a Periódico de Ibiza y Formentera..

Además, aseguró que no le había cambiado la vida, pasando de ser profesora de Castellano en Palma a escritora de éxito. «No te puedo decir porque todavía no han publicado la obra y no se si tendrá éxito, pero si que soy consciente de que tengo una gran oportunidad que ya veremos dónde me lleva».

La novela
Helena Tur aseguró que decidió ambientar la novela Mala Sangre en El Bierzo «porque es una enamorada de Las Médulas, en particular, y de toda la zona, en general», y porque contiene «rincones tan bellos como siniestros» que eran ideales para reflejar en la historia de las niñas que aparecen desangradas en el río Sil en pleno 1858.

El año tampoco está elegido al azar. «Creo que era la fecha ideal porque la reina Isabel II estaba a punto de realizar el Camino de Santiago que pasa por Ponferrada, y eso obligaba a un importante despliegue de la Guardia Civil para evitar atentados carlistas que podía ser fundamental para ambienta la historia».

Por último, también juega un papel muy imporante Manuel Blanco Romasanta, conocido popularmente como Sacamantecas. «Su historia ya la descubrí cuando ya tenía escogidos fecha y lugar para la historia, pero me pareció muy interesante jugar con esa figura y aprovechar que en 1858 no se supiera dónde estaba encarcelado o si había huido», concluyó Tur.